viernes 18 de abril de 2025 - Edición Nº3133
Critica Sur » Provincia » 14 abr 2025

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Un rockstar coreano criado en Tierra del Fuego que cambió la forma de hacer publicidad gastronómica

Teban Kim llegó a Ushuaia con sólo 3 años junto a su familia. Después de abrazar sus raíces, abrió una exitosa agencia de marketing y se volvió experto en la comida asiática.


Teban Kim se autopercibe rockstar. En realidad no lo dice en voz alta, pero se lee en la remera que lleva puesta y lo transmite con un halo de misterio cada vez que estás sentado a la barra de su restaurante y aparece por detrás, silencioso como un ninja, te apoya una mano en el hombro y escruta tu paladar.

-¿Conocen algo de comida oriental?

También se reconoce fueguino, porque no alcanzaba los 4 años cuando su familia se mudó de Seúl a Ushuaia. "No éramos los primeros: éramos los únicos coreanos de Tierra del Fuego", dice con media sonrisa dibujada bajo la lúgubre y acogedora iluminación del negocio que abrió junto a dos amisocios de Zona Norte en agosto pasado.

Repasando, entonces, Teban es también Kenobi (así se llama en redes), es coreano, se crió viendo a su padre pescar truchas en el Fin del Mundo argento, usa los pelos largos, la ropa negra, es un exitosísimo publicista de marketing, fanático del cine de acción y réquete recontra fanático de Star Wars, como lo indican su usuario de Instagram y también el Darth Vader gigante que luce en un rincón del bar.

Su local es el bar asiático Jū Ichi, ubicado en Pilar, inspirado en una fusión de comida coreana y japonesa. Teban explica que ahora está de moda la gastronomía por pasos. Clarín interpreta: en, digamos Villa Crespo, pagás un ojo de la cara para que te vayan trayendo a cuentagotas el menú, que incluye una cadena de degustaciones en platitos bonitos y chiquitos, maridando con tal o cual vino, adivinando si el trozo de hueso que nombran tuétano no es mejor cuando se le dice caracú y viene con el osobuco flotando en un buen fuentón de puchero.

El negocio de Teban Kim se distancia de los videos para reinis de TikTok. Es otra cosa: sigue el estilo izakaya, lo más parecido a una taberna, pub o antro donde sentarte a escabiar después del trabajo. Por supuesto no luce como el bar de Moe: tiene un diseño top, una moto nipona para sacarse fotos en la puerta y mucha mística en cada afiche de cine, cada referencia al multiverso de George Lucas, cada lucecita violeta o cortina roja.

Y claro, lo más importante, los tragos y la comida son mejores que la arquitectura (y mirá que es preciosa, eh) porque aunque en un izakaya uno va a chupar soju (destilado coreano), sake o alguna bebida poderosa, tenés que acompañarlos con porciones de morfi para que el hígado no pague las consecuencias.

"Yo soy la cara oriental marketinera, pero no soy chef ni gastronómico", admite Teban, que igual se la banca describiendo a dos comensales curiosos y hambrientos qué es el kimchi (teléfono, Chat GPT), un fermentado verde que se volvió tan furor entre los fanáticos de la gastronomía como el K-pop entre las juventudes o el cine coreano post Parasite.

En Jü Ichi (que significa Once, por el número de la suerte de Kim) querés chupar los platos con el pulpo laminado, el sashimi de salmón con una salsita de maracuyá inigualable y la tortillita de kimchi.

Pero también los ojos se te salen de las cuencas (así de brutal, como el personaje de la icónica película Oldboy que Teban homenajeó con una sesión de fotos) mientras ves el show de los bartenders mezclando vodkas con frutas locas, claras de huevo con whisky premium o ahumado de canela, jengibre y un mágico cubo de hielo capaz de hacerle más frente al cambio climático que toda la Subsecretaría de Ambiente de la Nación.

Teban creció viendo a su papá filetear truchas de 12 kilos que él mismo pescaba en el mar de Tierra del Fuego. Le daba vergüenza que sus compañeritos supieran que en su familia comían pescado crudo, 15 años antes de que el sushi volviera tendencia total. Cuando fue mayor de edad vino a vivir a Buenos Aires y se convirtió en publicista.

Siempre rockstar (toca la guitarra, es casi inventor de la Gastro Japo Food Week y luego de su gemela coreana, organizó movidas culturales sin precedentes en el Jardín Japonés), Kim está al frente de la prestigiosa agencia THET Studio, cuyas siglas secretas este cronista prometió llevarse a la tumba. Más que creativo, Teban "Kenobi" Kim es un aventurero.

Vale la pena llegar hasta la coqueta estación Pilará, complejo de negocios en Lavalle 995, donde por unos $40 mil por persona se pueden degustar rolls, tablas de pesca fresca o sabores asiáticos y probar un trago de autor único. Pero también bucear en la historia de este fueguino-coreano con apellido jedi, aficiones de vecino de Nordelta y slogan nacionalista: "Parrillero oficial de mis amigos". | Fuente: Clarín | 

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