Todo a la basura: objetos insólitos que los riograndenses tiran en la calle
Televisores, sillas, lavarropas y hasta un juego de living pueden encontrarse en cualquier punto de la ciudad. Muy pocos saben o se preocupan por saber qué hacer con los objetos que ya no sirven y Río Grande está inundada de ellos.
Caminar por Río Grande puede significar una experiencia curiosa: electrodomésticos, sillones viejos, colchones, sillas, mesas, televisores y hasta un juego de living pueden encontrarse en la calle, tirados "a la basura".
Más aún los fines de semana, ideales para quienes se mudan o hacen limpieza de su casa y dejan en la calle todo aquello que ya no les sirve: la heladera que no funciona, el lavarropas que se quemó o aquel sillón que se podía hacer cama pero el paso de los años dejó inutilizable.
En una recorrida que hizo Crítica Sur por distintos barrios de Río Grande advirtió numerosos objetos en desuso "olvidados" en la vereda, como un televisor gris con trece botones para sintonizar los canales, por la Avenida Perón, a pocos metros del Cuartel de Bomberos Voluntarios.
Incluso muy lejos, sobre el boulevard de la Avenida 9 de Julio, elásticos de camas, un sillón, la estructura oxidada de una vieja silla y hasta parlantes durmieron más tres días en la calle. "En la semana la gente no tiene tiempo de tirar objetos pesados, pero los fines de semana sí. Y se ven cosas insólitas dentro de los contenedores", dice José, un vecino del lugar ante la consulta.
Si bien no hay una normativa específica, los vecinos no deben tirar estos objetos en la vía pública. La solución es estar atento a la recolección de residuos voluminosos del Municipio de Río Grande. Para saber los horarios y la forma de sacar los residuos voluminosos podés ingresar aquí.
En nuestra ciudad el servicio de recolección de residuos se encuentra tercerizado por la Empresa Agrotécnica Fueguina cuyos teléfonos son el 2964-422675 ó 432390.
Otro de los inconvenientes es que muchos vecinos directamente llevan los elementos a tirar al relleno sanitario, al norte de la ciudad, que a las 17.00 horas cierra la entrada. Cuando no consiguen ingresar al predio, esos artefactos no vuelven a casa, y muchas veces los encontramos luego al costado de la ruta, contaminando cerca de la costa en el camino de regreso.
Una mejor forma del propio Estado de comunicar lo que se hace para recolectar los objetos voluminosos evitaría este tipo de contaminación callejera. Por lo pronto, muy pocos saben qué hacer con los objetos raros y la ciudad está inundada de ellos. Sobre todo, los fines de semana.