sociedad
Un femicidio cada 26 horas: "No son sólo cifras, son nombres, son historias de vida truncas"
El pasado fin de semana se registraron en el país cuatro femicidios, lo que elevó la cifra de mujeres asesinadas a 235 en lo que va del año 2019. Una muerte cada 26 horas, y el Estado en todas sus formas continúa ausente.
Florencia Basso
El pasado fin de semana se registraron en el país cuatro femicidios, lo que elevó la cifra de mujeres asesinadas a 235 en lo que va del año 2019. Una muerte cada 26 horas, y el Estado en todas sus formas continúa ausente.
No son sólo cifras, son nombres, son historias de vida truncas, son madres que lloran a sus hijas e hijos que quedaron sin madres.
Laura Cielo López (18), Navila Serena Garay (15), María Cecilia Burgadt (42) y Vanesa Evangelina Caro (38) son las nuevas víctimas protagonistas por estos días de notas periodísticas con mayor o menor perspectiva de género. Esta última, tan necesaria para ejercer el periodismo con responsabilidad y acorde a los tiempos que vivimos.
En Río Grande no estamos lejos de esta triste realidad, hace una semana conocimos el nombre de Gladys Moledo (54) quien fue asesinada a puñaladas delante de su pequeño nieto. La violencia machista también se hace presente en nuestra ciudad, también se lleva vidas, como ocurrió con Nilda Núñez o Marianela Rago Zapata y la lista sigue.
Quedamos paralizadas ante cada muerte, ante cada detalle escabroso que nos llena de bronca, tristeza, impotencia. Esa mezcla de emociones nos motiva a seguir luchando, a seguir pidiendo “Ni Una Menos, vivas nos queremos” en cada marcha, en cada encuentro. Y también nos motiva a decir que ya no nos callamos más, que estamos HARTAS de contar “casos” como lo llaman algunos, que se vean nuestras caras en las fotos de tapa y no la de los femicidas; estamos hartas de que nos cosifiquen en los medios y de declaraciones mediáticas por parte de dirigentes sindicales que hacen alusión a nuestros cuerpos.
En Argentina el presupuesto destinado para cada mujer es de 11 pesos. Sí, para el Estado valemos menos que un alfajor. La violencia física, la psicológica, la sexual, la económica y la simbólica están tipificadas en la Ley N° 26.485 que fue sancionada hace más de 10 años y que parece que poco importa porque la irresponsabilidad está a la orden del día. Mientras tanto nos enteramos que para el año 2020 el presupuesto enviado por el Ejecutivo asigna el 0,0067% del total para llevar adelante las políticas previstas en dicha Ley.
Es hora, de una buena vez y para siempre, que cada uno comience a hacerse cargo de la parte que le toca en esta problemática mundial que dejó de ser hace mucho tiempo un asunto “privado”.
*Por Florencia Basso. Lic. en Comunicación Social. Integrante de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género Argentina