domingo 16 de junio de 2024 - Edición Nº2827
Critica Sur » Policiales » 8 nov 2016

Juicio por trata: “Dije todo lo que tenía que decir”

Cuatro horas declaró ayer Alika Kinan. “Dije todo lo que tenía que decir”, aseguró al salir del tribunal. “Están todas las cartas echadas, tengo una sensación de alivio. No hay que dejarse amedrentar, hay que seguir adelante. Acá se ve claramente quiénes son los proxenetas y quiénes son las víctimas”, dijo todavía conmovida por su propio relato en el juzgado.


Cuatro horas declaró ayer Alika Kinan. “Dije todo lo que tenía que decir”, aseguró al salir del tribunal. “Están todas las cartas echadas, tengo una sensación de alivio. No hay que dejarse amedrentar, hay que seguir adelante. Acá se ve claramente quiénes son los proxenetas y quiénes son las víctimas”, dijo todavía conmovida por su propio relato en el juzgado.

La acompañaron psicólogas del Programa Nacional de Rescate de Víctimas de Trata del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Las peritos habían solicitado que declarara a sala vacía, sin los imputados presentes ni público.

Ayer comenzó en Ushuaia el primer juicio en el que una víctima de trata querella a sus proxenetas: Pedro Montoya (57) e Ivana García (38) –dueños del Sheik– son juzgados “por los delitos de trata de personas con fines de explotación sexual cometido mediante el abuso de la situación de vulnerabilidad de las víctimas, en razón de ser siete la cantidad de víctimas, y por ser tres los imputados que actuaron de manera organizada”; y Lucy Alberca Campos (32), en calidad de partícipe necesaria. La pena estipulada va de 4 a 10 años de prisión.

Además, Alika lleva adelante una demanda civil contra los imputados y contra la Municipalidad –por facilitar el trabajo en el cabaret– en la que pide una reparación económica de $ 2.300.000.

Declaró ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tierra del Fuego, formado por los jueces Ana María D’Alessio, Luis Alberto Giménez y Enrique Jorge Guanziroli. No había imputados ni público, pero sí todos los fiscales del juicio, sus abogados defensores, los abogados de los imputados y los policías.

Alika contó que la captaron en Córdoba, cómo le llegó el pasaje de avión (que después tuvo que pagar), cómo la esperaron en el aeropuerto de Ushuaia y la llevaron a una clínica a hacerse análisis de HIV y enfermedades venéreas. Explicó que así la dieron la libreta sanitaria que pedía la municipalidad para “trabajar” en los cabarets, a los que habilitaba como clubes privados. Era 1996.

Alika relató su vida en el cabaret: allí compartía pieza con otras mujeres, limpiaban el lugar, comían, y se preparaban para “trabajar” haciendo que los hombres consumieran copas y luego hicieran pases. El lugar se quedaba con el 50 % de lo ganado.

Fueron cuatro horas de declaración. Para Marcelo Colombo, titular de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), el relato de Alika fue "devastador".

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