sábado 15 de junio de 2024 - Edición Nº2826
Critica Sur » Sociedad » 21 oct 2016

¿En qué usan el tiempo las mujeres y los hombres fueguinos?

Lejos quedó el modelo de mujeres amas de casa de tiempo completo. La mayor parte trabaja un 15% de su tiempo y también realiza tareas en el hogar otro 17%. Los hombres, aunque cada vez lo hacen más, comparativamente siguen dedicándole poco tiempo a los quehaceres domésticos.


Quedan pocas familias "de las de antes", en las que el padre trabajaba y la madre se quedaba en la casa con los hijos las 24 horas. De a poco la mujer fue ganando lugar en el mundo laboral, pero esos logros profesionales trajeron como contrapartida el "problema" de qué hacer con las tareas domésticas y los niños durante las horas en que los padres trabajan.

Así es que en la actualidad, el modelo de mujer que se desempeña como madre y ama de casa de tiempo completo dejó de ser "lo normal" o lo deseable para buena parte de la población, que se divide las tareas.

El Gobierno de la Provincia, a través del Instituto Provincial de Análisis e Investigación, Estadística y Censos (IPIEC), recordó un documento técnico que explica la manera en que los fueguinos distribuyen el tiempo entre el trabajo doméstico y el trabajo, sobre la base de una encuesta poco difundida realizada en 2007.

Las encuestas de usos o presupuestos del tiempo constituyen un recurso estadístico disponible para análisis, cuyo propósito es echar luz sobre los comportamientos sociales, y así detectar hábitos culturales arraigados.

Uno de los hechos más destacables es la desigual distribución del tiempo de trabajo entre su parte visible (trabajo de un empleo fuera del hogar) y aquella otra poco visibilizada constituida por el trabajo familiar doméstico (en el propio hogar).

En 2007 se realizó en Ushuaia una encuesta de usos del tiempo de personas de 14 años y más, conducida en el marco de la Dirección General de Estadísticas, antecesora del actual IPIEC.

Más allá del tiempo transcurrido, conocer la forma en aquel momento, quizás sea un dato disparador para reflexionar y especular acerca de cuánto pudieron cambiar las cosas en 9 años.

Si se toma la distribución de las ocupaciones durante un día promedio (incluyendo los fines de semana), los varones dijeron dedicar más tiempo al trabajo visible (24% del total) y poco a las ocupaciones del hogar (9% de su tiempo).

Las mujeres, por su parte, ocupando un tiempo de trabajo prácticamente igual que el de los varones, sin embargo lo distribuyen en partes iguales entre las ocupaciones que generan ingresos (15%) y aquellas que hacen a la reproducción de las condiciones de existencia (17%).

A modo de ejemplo, alrededor del mediodía 4 de cada 10 varones se encuentran en un empleo, y solo 2 desempeñan tareas como cocinar, hacer las compras o cuidar a los niños. En cambio 3 mujeres están ocupadas fuera del hogar y otras 3 están realizando tareas como preparar la comida, hacer las compras en el almacén o revisando la tarea escolar de los chicos.

La conciliación entre la vida familiar y la actividad remunerada se asienta así sobre las espaldas de las mujeres en la medida en que, incluso cuando los hombres participen de determinadas actividades, rara vez lo hacen en similar proporción que las mujeres, y menos se consideran corresponsables de esas tareas. Así, podemos observar la construcción de un nuevo sujeto social: las mujeres malabaristas. Mujeres todoterreno que cargan sobre sí un sinnúmero de tareas y responsabilidades, además sincronizadas, en pos del bienestar familiar.

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