viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº2769
Critica Sur » Sociedad » 6 jul 2018

Despenalización del aborto

"La mujer que decide interrumpir un embarazo seguramente lo ha pensado muchísimo"

Así lo sostuvo el doctor Marcelo Guida, médico Tocoginecólogo del Hospital Regional de Ushuaia, en relación al debate sobre la despenalización del aborto. Consideró además que existe “desconocimiento y temor” entre los profesionales que plantean la ‘objeción de conciencia’. Y remarcó: “Quienes nos hemos formado en hospitales públicos vimos morir a mucha gente joven”.


En diálogo con el programa Desde Estudio (FM Centro), el Dr. Marcelo Guida -médico Tocoginecólogo del Hospital Regional de Ushuaia- se refirió al debate en torno a la despenalización del aborto y aseguró que “la mujer que decide interrumpir un embarazo seguramente lo ha pensado muchísimo, lo ha compartido con alguien y tomó una decisión que le va a ser ingrata y lo va a recordar toda su vida”.

Mucha gente considera, sobre todo quienes no están de acuerdo, que el aborto es sacarse un problema de encima, y que es una decisión sencilla de tomar”, dijo el profesional que es, además, referente en la provincia del programa nacional de Reproducción Asistida.

Sin embargo, puntualizó: “Quienes tenemos algunos años en esto y escuchamos mujeres todos los días del año, sabemos que no es una decisión sencilla”.

No conozco mujer que haya perdido un embarazo, ya sea de forma espontánea o intencional, que lo cuente con alegría o al revés, que no lo oculte, porque generalmente se intenta ocultar”, afirmó.

Para Guida, el debate sobre la despenalización del aborto “es una acalorada discusión, pero sinceramente me parece que es una discusión que todos los argentinos nos debíamos”.

“Sobre todo, cuando uno mira los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, que en realidad pocos miran, porque en realidad lo que se está discutiendo es la ampliación de derechos a decidir por parte de la mujer”, sostuvo.

En ese sentido, el profesional dijo compartir la opinión del ministro de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, para quien “el aborto seguro es una premisa fundamental en el paquete de servicios de salud y derechos sexuales y reproductivos”.

La interrupción del embarazo no es la solución sino un escalón de una escalera larga, que comienza en casa con educación sexual; continúa en el colegio con educación sexual integral; continúa en consultorios con médicos generalistas; ginecólogos; psicólogos y urólogos en lo que concierne a la sexualidad humana, a la anticoncepción, a las enfermedades de transmisión sexual, y que continúa con los programas de salud, y me refiero a la provisión y entrega de métodos anticonceptivos así como al acceso a la salud, tanto en hospitales como en centros de salud”, enumeró.

Y enfatizó: “Cuando ya no quedó ninguna otra opción y ningún otro remedio porque la mujer se embarazó a pesar de haber usado métodos anticonceptivos y falló; por haberlos usado mal o no haberlos usado; me parece que ofrecerle una posibilidad de interrumpir un embarazo en forma segura es parte del paquete, como bien dijo el Ministro, del aseguramiento de la salud y del derecho sexual y reproductivo de esa mujer”.

Sobre la postura de los profesionales médicos que plantean la ‘objeción de conciencia’ para negarse a realizar la interrupción de un embarazo, Guida remarcó que “en realidad la objeción de conciencia es un derecho personal y no institucional”.

“Yo puedo decidir, por determinadas situaciones o condiciones religiosas, ético morales y no porque se me ocurre, ser objetor de conciencia y no prestar este tipo de atención, pero tengo que tener una muy buena excusa por la cual no prestaría ese servicio”, dijo.

A partir de la despenalización del aborto “lo que se busca es tratar de garantizar el servicio de aseguramiento de la salud en manos médicas en caso de la interrupción del embarazo”, afirmó el profesional, aunque admitió que “siempre pueden aparecer médicos que no estén de acuerdo y es absolutamente entendible”.

“No todas las personas tenemos que pensar igual, entonces respetando las voluntades individuales de quienes no comparten esto pueden expedirse y firmar el ser objetores de conciencia, exponiendo los motivos”, agregó.

Guida dijo que “el objetor de conciencia lo es siempre y en todos lados”, planteando que “en provincias donde los médicos trabajan en los sectores público y privado, en el público quizás son objetores y en el privado no, pero la objeción de conciencia es sí o no”.

Y puso como ejemplo: “Supongamos que en el Hospital Regional de Ushuaia los trece ginecólogos fuéramos objetores de conciencia y llega una chica que fue abusada y quedó embarazada, y solicita legalmente la interrupción del embarazo. Va al servicio y se encuentra con que todos los médicos son objetores de conciencia, pero alguien se debe encargar de dar respuesta a esto, y si todos los médicos son objetores de conciencia el responsable de dar respuesta es el jefe de servicio, y si también es objetor lo deberán hacer sus inmediatos superiores, ya sean directores o el Ministro”.

“Son ellos quienes deberán buscar o contratar a alguien que se encargue de solucionar el problema, no porque todos sean objetores de conciencia no se da una respuesta. Se debe dar respuesta; y en el medio privado ocurre algo similar: si los médicos que trabajan allí son todos objetores, el Director de la clínica deberá dar solución a quien solicite una interrupción legal del embarazo y deberá contratar a alguien o derivar a esa paciente hacia algún centro donde se dé respuesta”, afirmó.

Para Guida se trata de un debate “que tiene muchísimas aristas”, aunque opinó que “hay mucho desconocimiento en lo que se refiere a la objeción de conciencia, y hay mucho de temor”.

Si hay algo a lo que la comunidad médica la teme es a los juicios y a los abogados”, señaló Guida, entendiendo que existen casos de profesionales que plantean la objeción de conciencia “para no tener líos”.

Asimismo, el profesional dijo que se debe tener en cuenta otra arista del planteo de la objeción de conciencia, relacionado “a qué experiencia tiene cada persona en lo que respecta a temas relacionados con abortos inseguros”

Quienes tenemos muchísimos años de profesión y nos hemos formado en hospitales públicos, vimos morir a mucha gente joven o hemos tenido que operar a muchas mujeres jóvenes quedándose sin la posibilidad de tener hijos o teniendo otras dificultades. Sinceramente, cuando uno ve ese tipo de cosas piensa qué es menos malo, porque interrumpir un embarazo tampoco es grato”, afirmó.

El profesional dijo respetar a “quienes estén en desacuerdo y yo no pretendo que toda la sociedad esté de acuerdo”, aunque dijo que “una de las cosas que a veces quiero preguntarles a quienes no están de acuerdo es qué respuesta propondrían para las mujeres que no quieren tener hijos, por el motivo que fuere”.

Si se trata de embarazos por fallas en los métodos anticonceptivos “uno debe tratar de darle una solución, porque si la mujer estaba usando un método es porque seguramente no quería embarazarse”.

Y cerró: “Si el método falló hay que darle una solución o una respuesta en la decisión que la mujer tome”.

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