martes 02 de julio de 2024 - Edición Nº2843
Critica Sur » Sociedad » 17 ago 2016

Industria fueguina: “Tenemos que pensar en un plan B”

El exsecretario de Industria, Juan Ignacio García, aseguró frente a dos escenarios posibles para la industria -continuidad limitada del sub régimen o reconversión de su matriz productiva- Tierra del Fuego debe apostar a nuevos desarrollos. “Este Gobierno tiene una mirada negativa sobre el régimen”, señaló.


El exsecretario de Industria -y actual docente e investigador de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF)- Juan Ignacio García, sostuvo que en Nación existe “una tensión entre dos miradas sobre Tierra del Fuego”, señalando que desde la mirada económica “es claro que este Gobierno tiene una mirada negativa sobre el régimen”.

“Si no hubiera restricciones (de importación) creo que realmente no les interesa sostener y hacer crecer el régimen”, opinó en declaraciones a Radio UNTDF de Río Grande.

Por otro lado, la mirada política “les hace ver que no es posible desarmar este régimen de un día para el otro sin generar un costo social importante”, señaló García, considerando que “hay funcionarios del Gobierno nacional que, de manera correcta, asumen la necesidad de seguir sosteniendo el régimen”.

“Lo que ha cambiado significativamente es en qué lugar se pone al régimen, en qué lugar se pone el futuro de la industria fueguina, y me parece que hoy se debate entre si lo seguimos sosteniendo o directamente lo cerramos. Ya no se está pensando, o al menos no se visualiza, en un desarrollo de este sector como un sector estratégico dentro de la Provincia”, explicó.

Para el exsecretario de Industria, frente a las declaraciones de funcionarios nacionales sugiriendo que la industria fueguina debe “reconvertirse”, se plantean distintos escenarios: “El escenario de continuidad, es decir el más favorable, obliga a pensar cómo mejorar la competitividad de las empresas y sus productos para poder sostener los volúmenes (de producción) que se venían manejando”.

“Y en ese sentido, hay que pensar en un esfuerzo de las empresas y en un esfuerzo de la Provincia y del Gobierno Nacional en mejorar la infraestructura logística y la conexión de la Isla, para abaratar costos y pensar en un régimen más barato a mediano y largo plazo”, agregó.

Para García “el otro escenario es el que nos muestra un sub régimen industrial y si se modifica creo que tenemos que pensar claramente en un plan B, porque son muchos los puestos de trabajo que dependen de este sub régimen industrial”.

“Si uno piensa que este escenario cambia, el cambio puede ser muy profundo de una matriz productiva, con lo cual no cabe otra posibilidad que pensar alternativas productivas, pero lamentablemente la Provincia en este sentido tiene pocas herramientas frente a algo tan potente como el sub régimen industrial”, opinó.

García coincidió en que la Provincia debe apostar al aprovechamiento y la industrialización de sus recursos naturales, aunque fue claro en que “estamos en pañales sobre esto y los desarrollos que hay, hoy por hoy, tienen un impacto sobre el empleo muy limitado”.

“Necesariamente el desarrollo productivo de la Isla se tiene que pensar a partir de sus recursos naturales, en la agregación de valor y la industrialización de esos recursos, por lo que un polo petroquímico tiene que estar en la agenda de un posible desarrollo industrial de la Provincia, pero también está claro que eso no es suficiente para reemplazar eventualmente lo que hoy tenemos como industria, porque es algo que lleva muchos años”, señaló.

Para García “lo más razonable sería sostener este sub régimen industrial, al menos en el mediano plazo”, y planificar alternativas de desarrollo tanto para el agregado de valor de los recursos naturales como a “sectores en los que las cosas son un poco más complicadas, pero que también tienen un potencial importante como, por ejemplo, las energías renovables, en lo que Tierra del Fuego tiene un potencial enorme”.

Investigación y desarrollo vinculadas a las energías renovables, también podría haber una posibilidad de generación de empleo de alta calidad, así como la exportación de servicios como software. “Cada vez más en la economía mundial la exportación de servicios adquiere un rol protagónico y estratégico”, concluyó.

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