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Detectores de monóxido de carbono: cómo funcionan, cuánto cuestan y dónde instalarlos
Con las bajas temperaturas aumenta el uso de los artefactos a gas y los riesgos de intoxicaciones. Claves para prevenirlas.
Luego del trágico hecho que conmocionó este martes a los vecinos del barrio porteño de Villa Devoto, donde murieron cinco personas por inhalación de monóxido de carbono, especialistas subrayaron la importancia de instalar un detector para evitar intoxicaciones, realizar los chequeos correspondientes a los artefactos y ventilar los ambientes durante el día, a pesar de la ola polar.
En primer lugar, los expertos recomiendan la instalación de detectores de monóxido de carbono en el hogar, especialmente cerca de los dormitorios, la cocina y en cada espacio de la casa.
Estos dispositivos electrónicos identifican el gas tóxico que producen los artefactos con fallas y, en caso de que alcancen niveles peligrosos para la salud, emiten una alerta a través de una alarma sonora para que las personas puedan tomar acción antes de presentar síntomas de malestar -náuseas, mareos, vómitos y cefaleas.
Según las plataformas de venta online, el modelo más simple, que sólo detecta monóxido de carbono, tiene un valor aproximado de entre $45.000 y $80.000.
Por su parte, la versión del aparato dual, que detecta gas natural y monóxido de carbono, ronda entre $150.000 y $200.000, aunque hay versiones superiores que pueden alcanzar los $700.000.
Según precisó Metrogas, el control periódico de la instalación interna por parte de un gasista matriculado es fundamental para mantener la seguridad en la vivienda. Sin embargo, ante cualquier eventualidad, el detector es el elemento que puede prevenir accidentes.
Cómo instalar un detector de monóxido de carbono
- El detector se debe ubicar a 30 centímetros del techo y a 1,80 metros, de forma horizontal, del artefacto de gas natural más cercano (estufa, calefón, o termotanque, entre otros).
- Fijar a la pared mediante tornillos, que suelen estar incluidos en el kit.
- Conectar el dispositivo a un tomacorriente con el cable, también incluido en el kit.
- Realizar el testeo electrónico, detallado en las indicaciones del producto, y finalizar la instalación.
En segundo lugar, los profesionales remarcan la revisión anual de todos los artefactos que utilizan combustibles: calefones, estufas, calderas y chimeneas por un profesional matriculado.
Por último, destacan la relevancia de ventilar adecuadamente y asegurarse de que los ambientes tengan una entrada de aire permanente, incluso en los días más fríos. Cabe recordar que ciertos equipos, como generadores portátiles, parrillas de carbón o estufas de camping, son de uso exclusivo para exteriores. Nunca deben utilizarse dentro de la vivienda, el garaje o cualquier espacio cerrado.

Más del 90% de los accidentes por monóxidos son provocados por el mal funcionamiento del calefón o por obstrucciones en el conducto de ventilación de los mismos.