La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) lleva adelante una medida de fuerza este martes, que impacta fuertemente en la operación de Aerolíneas Argentinas, afectando tanto al Aeroparque Jorge Newbery como al Aeropuerto Internacional de Ezeiza. La protesta, que se extiende desde las 18 hasta las 2 de la madrugada del miércoles, obligó a cancelar 22 vuelos y reprogramar 28 servicios, según confirmó la propia aerolínea.

Las consecuencias directas de este paro alcanzaron a más de 6.000 pasajeros, quienes sufrieron cancelaciones o cambios de itinerario. Además, la compañía estatal estimó una pérdida de u$s1,1 millones, entre costos operativos, reprogramaciones y otros efectos indirectos.

Qué dijeron los pilotos

Desde APLA, el paro fue justificado por “un contexto extremadamente crítico en la industria aerocomercial en Argentina”. En un comunicado difundido el lunes, la organización señaló una serie de problemas que, según afirman, se acumularon en el último tiempo sin respuestas por parte de la conducción de la empresa.

“Nos enfrentamos a inaceptables incumplimientos convencionales perpetrados por la empresa, el prolongado retraso en la pauta salarial, la falta de un plan de desarrollo profesional y la ausencia de una estrategia clara y sostenible para el futuro de la compañía”, expresaron desde el gremio.

La protesta se produce en la antesala de dos fines de semana largos, lo cual agravó el impacto sobre el sistema aéreo, especialmente para quienes ya tenían boletos adquiridos. La empresa recomendó a los pasajeros revisar el estado de sus vuelos a través del sitio web oficial o mediante la aplicación móvil.

En caso de verse afectados, los pasajeros pudieron acceder a alternativas como la reprogramación gratuita o la devolución del dinero, contempladas por la compañía en situaciones de fuerza mayor. También se sugirió contactar a agencias de viaje, en caso de haber adquirido los pasajes por esa vía, o utilizar los canales de atención al cliente que ofrece la empresa.

Desde APLA, además, denunciaron “la continua modificación unilateral de procesos y programaciones” dentro de la empresa y alertaron sobre “recurrentes fallas técnicas en los aviones que se sostienen en el tiempo, producto de la falta de inversión, que impactan negativamente en las condiciones operativas y laborales de las y los pilotos y en el servicio diario a los pasajeros”.

En el mismo sentido, remarcaron que el sector enfrenta decisiones tomadas “con liviandad”, que “no contemplan el impacto negativo de sus consecuencias”. En esta línea, cuestionaron la falta de planificación a largo plazo, tanto para el desarrollo profesional del personal como para el rumbo general de Aerolíneas Argentinas.

No será la única medida tomada por APLA

La protesta sindical se suma a otras medidas adoptadas en las últimas semanas por distintos gremios del sector aeronáutico. El reclamo salarial, junto con la falta de respuestas estructurales, generó un escenario de tensión creciente en el sistema aerocomercial nacional.

Frente a este panorama, la conducción de Aerolíneas Argentinas no emitió declaraciones públicas sobre los reclamos, pero continuó brindando información operativa a través de sus canales oficiales.

Los pasajeros, en tanto, debieron reorganizar sus itinerarios con escasa antelación y en medio de un contexto de alta demanda, dadas las fechas cercanas a feriados. La situación dejó en evidencia la fragilidad de la red aérea nacional ante conflictos gremiales no resueltos.

El paro finalizará durante la madrugada del miércoles, pero sus efectos se extenderán durante varias horas, con demoras y reacomodamientos en las grillas de vuelos. Desde APLA no descartaron futuras medidas si no se alcanza una solución a sus reclamos.

La situación de Aerolíneas Argentinas, marcada por tensiones internas, atrasos salariales y deficiencias técnicas, volvió a quedar en el centro del debate sobre el presente y el futuro de la aerolínea de bandera.