
POLÍTICA
Sturzenegger dijo queTierra del Fuego debería volcarse al turismo y convertirse en un “parque de diversiones mundial”
El ministro de Desregulación de la Nación, Federico Sturzenegger, se refirió a la reducción de aranceles que protegen la producción de productos electrónicos de Tierra del Fuego. Consideró que la medida tendrá un impacto positivo en el empleo, porque los trabajos que pudieran perderse en la isla, se recuperarán con creces en el resto del país. Consideró que Tierra del Fuego debería volcarse al turismo.
El funcionario nacional celebró la quita de aranceles a importados que dispuso ayer el Gobierno de Javier Milei y que provocó cuestionamientos por parte del gobernador de Tierra del Fuego, Gabriel Melella. Los cuestionamientos a la medida apuntan a la pérdida de empleo que generaría la quita de impuestos que protegían a la industria nacional de electrónica instalada en la provincia más austral del país.
Al respecto, Sturzenegger compartió en su cuenta de X “tres reflexiones sobre la reducción de la protección a productos electrónicos, que implícitamente implican una reducción del régimen de protección de Tierra del Fuego (que se suma a la importación libre de aranceles por courier)”.
El funcionario consideró que los empleos que se perderían en Tierra del Fuego por la pérdida de la protección arancelaria, se recuperarían con creces en el resto del país gracias al abaratamiento de los productos que ingresarán importados a menores precios.
“Hay que analizar el tema desde la óptica del equilibrio general. Es cierto que la menor protección pueda reducir algún empleo en la isla, pero el menor costo de la electrónica para 47 millones de argentinos implica un dinero “extra” en el bolsillo que gastarán en otras cosas. ¿Cuánto empleo creará ese gasto adicional? Mucho más que los que se pierden, porque el ensamblaje es una actividad poco mano de obra intensiva, por ejemplo, relativo a servicios. En alguno momento habíamos hecho una estimación y la pérdida neta de empleos por el régimen de la isla para el total del país era de unos 60.000 empleos”, analizó.
Consideró que el efecto del régimen de protección “es devastador” para Tierra del Fuego. “Podría ser Nueva Zelandia. En realidad mucho más que Nueva Zelandia porque es la puerta al destino turístico con mayor potencial del mundo que es la Antártida. Pero tiene de todo: mística, navegación, trekking, cruce de los andes, glaciares, gastronomía, esquí en contra temporada, incluso tiene energía a morir. Debería ser un parque de diversiones mundial que reciba millones de turistas al año. En pocos años debería converger a niveles de ingreso europeos. Y que hacemos: le degradamos el paisaje con galpones industriales. Es como si a los norteamericanos se les hubiera ocurrido hacer un parque industrial en Yosemite o Yellowstone. Ni se le puede echar la culpa a los militares, porque cuando concibieron esto en los 70 era otro mundo. Pero 50 años después encuentro insólito que las autoridades de la isla no lo vean”, dijo.
Respecto a la falta de productividad que aducen los empresarios como argumento en contra de la apertura comercial, el ministro de Desregulación argumentó que “es un clásico que las industrias protegidas nunca convergen en productividad. Una posible razón la propuse en mi trabajo “Endogenous Learning and Trade Policy” (ver imagen para la cita). Ahí postulaba que como la protección viene motivada por el diferencial de productividad, el empresario internaliza el efecto de la mejora de su productividad en la baja de protección y por ende nunca converge a la productividad internacional. El resultado: por diseño nunca habrá convergencia. Por eso pienso que abrir la importación de bienes de capital usados va a llevar a nuestra industria de bienes de capital a ser de clase mundial en unos años. Pero si manteníamos la protección se hubieran quedado donde están”.
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