El Legislador de Republicanos Unidos, Agutín Coto, publicó en redes sociales una carta de restaurante con el valor de un plato salmón en Tierra del Fuego para anunciar que presentará un proyecto para permitir la salmonicultura en la provincia. "Ese salmón que ves en la carta se tuvo que importar, en dólares, porque algunos decidieron prohibir que podamos producirlos nosotros mismos. Mañana presentaremos la ley para permitir, fomentar y controlar la salmonicultura. Por el desarrollo económico de Tierra del Fuego y del país, y para que ninguna ONG transnacional de hippies con OSDE nos diga ni cómo ni de qué vivir", escribió en su cuenta de X. 

A principios de año, Coto ya había manifestado su intención de revertir la prohibición vigente, en sintonía con las declaraciones del empresario Rubén Cherñajovsky, fundador de Newsan, quien expresó su interés en reconsiderar la prohibición de la salmonicultura en la provincia.

La propuesta generó una fuerte reacción por parte de la ciudadanía y organizaciones ambientalistas que se oponen a la medida. El legislador Pablo Villegas, del Movimiento Popular Fueguino, fue categórico al respecto: “Ante las recientes declaraciones del dueño de la empresa Newsan sobre un proyecto para reflotar la producción de salmónidos en la provincia, debemos ser contundentes y defender el mensaje que la sociedad dejó expuesto cuando aprobamos la LEY 1355. Debemos seguir firmes en la protección del Canal Beagle y nuestras aguas jurisdiccionales para asegurar un futuro sostenible para Tierra del Fuego”.

Federico Sciurano, legislador de Forja, se alineó con Villegas al afirmar que “para mí el canal de Beagle es innegociable” y que “no hay ninguna posibilidad de que me compren. Entiendo el malestar que tiene la sociedad por el que se interpreta que siempre hay algo raro detrás de las declaraciones, pero no es mi caso”.

Laura Colazo, legisladora del Partido Verde, también expresó su rechazo a reabrir la discusión sobre la salmonicultura en la provincia. “Esta discusión ya está saldada”, afirmó, recordando que la Ley 1355 establece claramente bajo qué parámetros se puede realizar esta actividad.

En cambio, su compañero de bancada Matías Lapadula, mostró una postura más flexible: “La ley que prohibió las salmoneras fue en respuesta a un proyecto que se quería llevar adelante y prohibió la producción a escala. Si una empresa quiere producir salmones en estanques, fuera del mar, sin afectar al medioambiente, tampoco lo puede hacer. Se puede hacer solamente de manera artesanal, a menor escala. Son cosas que se pueden revisar, siempre y cuando no afecte ni impacte sobre el medio ambiente”.

La ley vigente prohíbe el cultivo y producción de salmónidos en aguas jurisdiccionales de la provincia con el fin de “asegurar la protección, preservación y resguardo de los recursos naturales, los recursos genéticos y los ecosistemas lacustres y marinos” de Tierra del Fuego. Asimismo, establece que “el salmón es una especie ajena al medio ecológico austral, cuya aparición causaría un desequilibrio dramático en el entorno marino, particularmente por la aptitud de generar enfermedades virales, parasitarias y bacterianas que no son propias de nuestras latitudes en virtud del enfoque industrial de criadero y su posterior procesamiento”.