JUDICIALES
Comenzó el juicio por la muerte del joven Santiago Liquin en Río Grande
Este martes, tal como estaba previsto, el Tribunal de Juicio de Río Grande dio inicio al juicio oral y público contra Germán Alfredo Sopena, acusado por la muerte De Santiago Liquín ocurrida en un trágico siniestro vial que ocurrió hace dos años y siete meses atrás. "No soy un asesino", dijo el acusado pidiendo perdón a la familia Liquín.
Cabe recordar que ya, durante la instrucción de la causa, la Fiscalía había solicitado la Omisión de Debate, pero la familia, que es parte querellante, se opuso siempre, porque reclaman justicia por lo sucedido y quieren un juicio justo en memoria de su joven hijo.
El juicio comenzó con la exposición del requerimiento de elevación a juicio que realizaron el Fiscal y la Querella, quienes formalizaron la acusación por los delitos de homicidio culposo agravado por conducción imprudente y lesiones graves culposas.
Los acusadores indicaron que Sopena iba a 65,73 kilómetros por hora en una Dodge Journey, en una zona de 60 kilómetros por hora la máxima, y con 0,32 grs/l de alcoholemia positiva.
Con su vehículo, Sopena atropelló a Santiago Liquin y a Matías Berger cuando intentaban cruzar la avenida San Martin frente al Hipertehuelche. Liquin falleció en el hospital a las 3:50 horas del 29 de octubre de 2021, por traumatismo grave de cráneo y lasceración cerebral.
Matias Berger sufrió una fractura en el pie derecho, de la cual se recupera y está fuera de peligro. Su testimonio es clave en este hecho, al ser el único testigo presencial.
“No soy un asesino”
Germán Alfredo Sopena aceptó declarar en indagatoria ante el Tribunal de Juicio, indicando que “no soy un asesino” y solicitando a la familia perdón por lo sucedido. “Esto es una tragedia para Santiago, para su familia y para mí”, indicó en medio de lágrimas.
Sobre como sucedieron los hechos, Sopena dijo que la noche del día de la tragedia, había estado festejando su cumpleaños y que solamente había bebido un vaso de cerveza.
Indicó que regresaba en su auto de llevar a sus hijos a la casa de su madre, cuando sucedió el hecho, en la avenida San Martín, frente a Hipertehuelche. Explicó que nunca vio a los chicos y que sólo atinó a observar como el pie de uno de ellos golpeaba contra el parabrisas.
Sopena se defendió expresando que “no iba en exceso de velocidad, iba a mi casa sin ningún apuro y atento”.
Fuente: Reporte Austral