
Alejandro Ciovini, en el tren de la vida
El pediatra de Río Grande se desempeña hace más de cuatro años como voluntario de Fundación Alma, la organización que recorre el país en un tren que funciona como hospital ambulatorio. Este mes viajó a dos pueblos de Salta con el equipo de profesionales, que llegaron justo cuando los afectaban las inundaciones.
La primera vez que Alejandro Ciovini se subió al tren de Fundación Alma tenía 54 años, casi 30 de ellos dedicados a la pediatría. Ya había desarrollado una carrera profesional en Río Grande, donde ahora atiende a los hijos de sus primeros pacientes. Sus tres chicos ya no son chicos, y junto con su esposa, también pediatra, vivía una vida tranquila. Sin embargo, tenía una materia pendiente. Egresado de la universidad pública y formado en la residencia del Hospital Posadas, sentía que debía devolverle al país algo del conocimiento que le brindó gratuitamente.
Una tarde mandó un mail a la Fundación Alma para ofrecerse como voluntario en los viajes que realiza el Tren Alma, una formación ferroviaria adaptada para funcionar como hospital ambulatorio que llega a las localidades más remotas del norte argentino para brindar atención médica gratuita. Recibió una respuesta rápidamente y, en 2013, cuando le llegó la chance, no dejó pasar el tren.
La Fundación Alma nació en 1980 de la mano de Martín Jorge Urtasun, un cirujano pediátrico que trabajaba en el Hospital Churruca y recibía decenas de chicos con distintas patologías prevenibles, a las que un diagnóstico temprano les podría haber cambiado la vida. Allí tuvo una idea revolucionaria: Si los chicos del interior llegaban tarde al hospital, ¿por qué no llevarles el hospital a ellos a tiempo?
A principios de abril Alejandro estuvo en Salta, junto a un equipo de Alma, llegaron justo cuando las inundaciones afectaban a varias ciudades. “Estuvimos en dos localidades a 250 kilómetros de la capital, una de ellas es Apolinario Saravia y la otra Coronel Mollinedo; allí estuvimos ocho días haciendo atención y justo coincidió con el tema de las inundaciones, fue una tarea bastante difícil pero pudimos hacerla sin dificultad”.
En Fm del Pueblo contó que “la mayoría de las localidades a donde vamos no cuentan con médicos pediatras en ningún momento del año, en general hay un médico que generalista que va cada tanto, pero en realidad básicamente los controles en los chicos menores son pocos”.
¿Con qué realidad se encuentran en esos viajes? “Encontramos patologías como desnutrición, predominan los chicos con sobrepeso y también hay chicos con bajo peso; hay problemas como parasitosis, con el tema de las inundaciones tuvimos muchas gastroenteritis e infecciones de la piel”, relató.
Sin embargo, dijo que si la tarea médica es importante, la que hacen los odontólogos es “tremenda” porque “el 90% de los chicos tienen la boca muy dañada por falta de hábitos de higiene, falta de cepillos; se trata de enseñar, se trabaja en las escuelas, con la prevención y se arregla lo que está al alcance de las odontólogas”.
La realidad local tampoco es ajena al pediatra, que el año pasado organizó una visita a Tolhuin con médicos y odontólogos de la Fundación y otro equipo de gente local, con el apoyo de la Legisladora Andrea Freytes.
“La fundación recorre sobretodo el norte del país porque depende de la red ferroviaria, y trata de volver todos los años a los mismos lugares, a veces se suman otros nuevos, se realizan seis y hasta siete viajes anuales con diferentes equipos”, explicó.
En este orden el pediatra dijo que “era algo que desde hacía mucho tiempo quería hacer, que a veces por motivos laborales y familiares no se me había dado, cuando tuve la oportunidad de hacerlo me inscribí como voluntario y al tiempo me llamaron”.
Para este año la Fundación tiene en sus planes “un viaje a Jujuy en junio, otro a Chaco y vamos a ver si podemos repetir la experiencia entre septiembre y octubre a Tierra del Fuego. Nosotros hicimos el año pasado la localidad de Tolhuin y teníamos ganas de realizar esta tarea este año en la Margen Sur de Río Grande”.
“Veo muchas necesidades cuando viajo en otros lugares, y en la ciudad donde uno vive uno también ve estas necesidades en algunos sectores, y es bueno tratar de hacer un pequeño aporte en ese sector”, cerró Ciovini.
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