lunes 24 de junio de 2024 - Edición Nº2835
Critica Sur » Policiales » 26 mar 2017

Así actuaba la banda de narcos de la que formaba parte una empleada del exIpauss

Un viaje al interior de esta organización delictiva. Un paseo por la villa 1-11-14 para poner nombres, apellidos y funciones en la banda del peligrosísimo peruano. El rol de Mariela Giselle Bongiorno, una empleada del exIpauss que fue procesada sin prisión preventiva como partícipe secundaria.


Días pasados, la Sala II de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal resolvió el procesamiento con prisión preventiva de más de 20 personas sospechosas de integrar la peligrosa banda de narcotraficantes dirigida por el famoso peruano Marco Antonio Estrada González.

A continuación, los detalles, que figuran en el expediente, del accionar de la organización de la villa 1-11-14. Sergio Torres, el juez Federal que condujo las diferentes diligencias investigativas, dispuso los procedimientos.

Estrada González, de 53 años, fue detenido en diciembre de 2016 por los efectivos de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal.

Ruta del dinero

A Gladys Santos Carhuachín se le adjudica un importante papel en la gavilla porque aparece como la encargada de recibir las ganancias obtenidas en las actividades de comercio de estupefacientes, que luego cambiaba por dólares y euros, para ser entregados a los cabecillas de la banda.

En reiteradas ocasiones se la habría visto en la sucursal de una empresa de envío y recepción de dinero, situada en Soldado Juan Rava al 1000, casi en la esquina con la calle Olavarría, en la localidad bonaerense de Villa Celina, en el partido de La Matanza, para efectuar operaciones de cambio de divisas por sumas que oscilarían en los 70.000 euros por semana.

Para esos desplazamientos, el grupo utilizaba un Renault Duster, patente AA493VB, a bordo del cual se vio ingresar a la mujer al barrio privado La Celia, ubicado en la localidad bonaerense de Ezeiza, lugar de residencia de Estrada González y de su actual pareja, Silvana Alejandra Salazar. En el local de Villa Celina, se incautó una libreta en la que hay anotaciones de las diversas transacciones, en las que también aparece el nombre de la extranjera.

Santos Carhuachín tenía numerosos colaboradores. Uno de ellos, identificado como Eric Leonel Hermosa Cosme, se encuentra registrado para conducir el vehículo de esta mujer. Jesús Alberto Montañez Santos, en cuyo poder se hallaron numerosos celulares, también cumplía el rol de chofer en los movimientos de la banda de narcotraficantes.

Otros sospechosos de obrar junto a Santos Carhuachín son Willy Efraín Lara Baquedano y Mirtha Elizabeth Lara Santos, quienes fueron observados tanto en el inmueble de Villa Celina como en la vivienda de Estrada González, mientras que Edgar Enrique Robles del Campo se reunía con esta mujer en un bar, inmediatamente después de haberse concretado las operaciones económicas.

Juan Fernando Colona Risco también desarrollaba un papel importante, ya que fue señalado por la Justicia como el encargado de guardar parte del dinero de la banda para después aportárselo a Santos Carhuachín.

Diálogos telefónicos entre ellos apuntalan esta hipótesis. La mujer le refiere: “Fijate porque eso lo necesito yo para mañana”, “me está apurando tu Padrino” (apodo de Estrada González).

A Neicer Anthony Hermosa Cosme -otro de los investigados en el expediente- se le incautaron una pistola ametralladora, 2 cargadores encintados, un silenciador y diversas municiones de armamento 9 milímetros.

Por su parte, Mariela Giselle Bongiorno fue procesada sin prisión preventiva como partícipe secundaria. Bongiorno fue localizada como saldo de un allanamiento en el 7º piso de un edificio de Valentín Gómez al 200, en la Capital Federal, tras ser acusada de ser una parapsicóloga y asesora espiritual de los procesados.

Dicha mujer, figuraba como empleada en la planta permanente de la administración pública de Tierra del Fuego y se desempeñaba en la delegación de Buenos Aires de la obra social.

Se detectaron varios mensajes de texto entre Bongiorno y Lara Baquedano. Un ejemplo: “Hola Mariela todo bien, mirá que por acá está la Gendarmería”. La respuesta: “Ok, cambien chips”.

Un caso sorprendente, lo constituyen otros 2 sospechosos: Omar Anthony López Rosales y Gerardo Santos López Carrasco. En el lugar en el que fueron detenidos, los federales incautaron 220 teléfonos celulares.

Mientras tanto, Agustín Ramírez Benítez y Gian Arthur Aguilar Fernández fueron apresados el 4 de enero de este año, en el Puesto San Jorge del citado asentamiento, tras ser sorprendidos por esos pesquisas cuando llevaban adelante maniobras de comercio de drogas.

“El Gordo”

La Justicia procura establecer de manera fehaciente la identidad de un individuo que aparece nombrado en las escuchas telefónicas como “El Gordo”, ya que considera de relevancia los diálogos entre este sujeto y otro de los investigados, Carlos Alexis Aguirre Becerra, donde se menciona a Fredy Lloclla Carpio y en los que se hace alusión, en forma solapada, al transporte de estupefacientes a 2 lugares de venta en la villa, en los que se incautó un automóvil utilizado para llevar drogas.

El vehículo está registrado a nombre de Felicita Anita Hermoza Sánchez, quien, en una conversación mantenida con Lloclla Carpio (ambos serían pareja), lo alertó de la presencia de la Policía Federal en el asentamiento

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