Sin planificación. Fue una absoluta sorpresa. Tenían programado que su bebe naciera en el Hospital, pero no llegaron a tiempo. La cama de su habitación se convirtió en sala de partos. Lejos del alcohol desinfectante, de las herramientas tradicionales y de los profesionales idóneos, ellos tuvieron que actuar.

El marido se convirtió en partero y también contó con la ayuda de Bomberos y Policías que llegaron rápidamente, todos vivieron una experiencia llena de emociones encontradas. La de un parto hogareño que llega de sorpresa.

Este mediodía un pediatra y una ginecóloga de guardia en el Hospital Regional Río Grande asistían a un parto de urgencia en una vivienda, pero cuando llegaron, la pequeña ya había nacido pocos minutos antes.

El doctor Nicolás Senn, contó en Fm Aire Libre que “recibimos un llamado de emergencia por un nacimiento que estaba por ocurrir en una vivienda y que finalmente se produjo pocos instantes antes de que lleguemos”.

Cuando ingresaron a la vivienda familiar, en la habitación del matrimonio y sobre la cama, los médicos se encontraron con que el parto ya se había producido. “Había nacido una beba de término, en perfecto estado de salud, que lloraba con normalidad, rosadita y hermosa”, contó Senn.

A partir de allí, se realizaron las medidas de asistencia y se trasladó -tanto a la mamá como a la bebé- al Hospital, donde les brindaron las primeras atenciones propias para un neonato, y a la madre para completar el alumbramiento.

“La bebé ingresó en muy buen estado y ya está en la habitación con su madre”, dijo el médico y expresó que “cuando uno recibe un llamado de estos, está la tensión propia de una emergencia y de ver que esté todo bien, cuando uno ve que la bebé está muy bien es una alegría enorme”.

Los papás ni siquiera llegaron a prepararse para salir, inmediatamente supieron que la bebé nacería en casa y solo atinaron a llamar a la Policía y al Hospital. “Fue un parto espontáneo, normal y sin problemas; estaba junto a su pareja y personal policial y de bomberos que asistieron a la emergencia hasta que llegamos nosotros”, contó el médico.

La niña, que todavía no tiene nombre elegido, es la séptima hija que tiene la mamá de 47 años. “Esto explica un poco la facilidad que tuvo el parto y la naturalidad con la que la recibieron. La madre está muy bien, y los neonatólgos son los encargados de hacer el seguimiento de la beba”, indicó el pediatra.

¿Las condiciones de esterilidad? “Obviamente que trabajamos con la condición de esterilidad posible con guantes y compresas estériles dentro de la posibilidad de la situación, pero la niña ya había nacido y todo el trabajo de parto fue en situación domiciliaria; serán los neonatólogos quienes deberán decidir en base a los antecedentes del parto y los controles, si necesita algún tratamiento antibiótico específico”, detalló finalmente.