martes 25 de junio de 2024 - Edición Nº2836
Critica Sur » Sociedad » 27 feb 2017

Un Carnaval bien jujeño se vivió el sábado en Río Grande

Una de las principales expresiones de la cultura de Jujuy se vivió el sábado en la Margen Sur, entre talco, albahaca y serpentinas. Residentes liberaron al diablo del Carnaval como cada mes de febrero y por la noche cerraron los festejos con un gran baile. Conocé el origen de la tradición.


Cada año, para el mes de febrero llega uno de los eventos más importantes de la idiosincrasia jujeña. En cada rincón de Jujuy, pero también en cada rincón del país donde hay representación jujeña, todos se preparan para vivir el Carnaval, el desentierro del diablo, para así dar rienda suelta a la fiesta.

Eso ocurrió el sábado pasado en Río Grande, donde los representantes de la Asociación de Residentes Jujeños de Río Grande convocaron a todos los jujeños que viven en la ciudad. La cita era el Puente General Mosconi donde realizaron el desentierro del carnaval.

Talco, serpentinas, caras pintadas y lanza nieves fueron los protagonistas de la tarde, además de los números artísticos tradicionales de la región norteña que se sumaron al evento.

El Carnaval es una de las fiestas populares de mayor tradición en la historia de la humanidad. Historiadores indican que su origen, probablemente, esté en los rituales paganos a Baco, el dios del vino.

Esta manifestación milenaria y popular llegó a América con la "conquista española", y se fusionó con otras celebraciones como la de la fecundidad de la tierra.

En Jujuy, principalmente en los territorios de Puna y Quebrada así como en toda la región andina del Continente, el carnaval es simbolizado por un "diablo que se desentierra". Esto se realiza de forma divertida y ruidosa en una apacheta de piedra, brindando y bailando al compás de música detrás de las comparsas, por las calles de las ciudades o pueblos. Es parte del evento, que dura varios días, colocar una ramita de albahaca en la oreja, tirar serpentinas y talco. Así permanecerán todos hasta el sábado siguiente cuando llegue el momento del entierro del diablo.

Durante esos 9 días que extienden los festejos, el diablo habita en todos, lugareños y turistas. El personaje de la cola, dice la creencia, trae alegría, baile y desenfreno. Los más viejos dirán que el verdadero sentido del carnaval es la transformación de las costumbres, la inversión de los valores, donde el diablo es quien se apodera de los individuos permitiéndoles hacer todas aquellas cosas que fuera del Carnaval no harían. Conociendo en detalle los eventos, un espíritu predispuesto para tales eventos es fundamental para disfrutar al máximo.

Pero los eventos se dan en cada rincón del país donde tienen presencia los residentes fueguinos. Acomodados al frío fueguino, y adaptado a la zona, pero iguales en la algarabía del festejo. Por la noche, un gran baile del carnaval jujeño cerró la propuesta en el Club O’Higgins.

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