Desde el Centro de Empleados de Comercio de Río Grande denuncian a aquellos locales comerciales que todavía se rehúsan a cerrar sus puertas a pesar del decreto del  intendente Gustavo Melella que reglamenta una cuarentena obligatoria tanto para el comercio, como para el turismo y la industria además de la administración pública provincial y municipal.

El decreto tiene muy pocas excepciones: los supermercados y los comercios que se dedican a vender alimentos, en este último caso solamente para que entreguen la comida pero no para comer en el lugar. Y también las farmacias para la venta de medicamentos. El resto de los comercios deben cerrar sus  puertas y sus trabajadores realizar la cuarentena. 

Además dieron a conocer una resolución del Ministerio de Trabajo de la Provincia que obliga a los empleadores a fijar el periodo de suspensión laboral hasta el 31 de marzo con goce total de los haberes.