El concejal Silvio Bocchicchio (ECoS) dijo hoy que espera que el intendente “vete la excepción” aprobada por mayoría en la sesión del miércoles en favor de una empresa constructora para que construya en pleno centro un edificio de 42 metros de altura (14 pisos), el doble de lo permitido por el Código de Planeamiento Urbano.

Bocchicchio, uno de los tres concejales que se opusieron a la excepción, consideró que el veto “será en favor de la ciudad y también del emprendedor que propuso el proyecto porque una inversión de esas características merece un marco normativo más sólido que una excepción”.

En ese sentido, el concejal de ECoS sostuvo ayer en sesión que este proyecto “debe servir, en el mejor de los casos, para que rediscutamos con la comunidad y sus instituciones qué altura máxima deben tener los edificios en el microcentro de Ushuaia, analizando variables económicas e inmobiliarias sobre la rentabilidad de los proyectos de inversión, estrategias de densificación, etc. y tomar una decisión luego de ese proceso”.

Bocchicchio criticó que Ushuaia se esté “convirtiendo en una ciudad a la carta, que se adapta a los proyectos particulares vía excepción que son normas de carácter particular que afectan al conjunto, en vez de ser al revés, donde los proyectos se amoldan a la ciudad y las normas rigen para el conjunto e inciden sobre lo particular”.

“Parece que queremos convertir a Ushuaia en la ciudad de los antojos personales y para ver ordenamiento y planificación viajamos a Punta Arenas, a San Martín de los Andes o a Villa La Angostura”, graficó el edil.

“Los inversores, los profesionales y los vecinos que se apegan al Código quedan en desventaja respecto de quienes consiguen beneficiarse con una excepción, las normas deben ser de carácter general y deben ser cumplidas, si quedan viejas, abramos el debate con todos los sectores y hagamos algo serio, por ejemplo, modificar el Código” añadió.

Bocchicchio consideró que “el riesgo” de esta decisión excepcional adoptada para el edificio que propuso una empresa para el microcentro de Ushuaia “es que un proyecto de inversión que puede ser un gran aporte para la ciudad quede convertido en el edificio de Rada Tilly o en la torre de Montparnasse del fin del mundo y eso no es bueno para nadie”.