domingo 30 de junio de 2024 - Edición Nº2841
Critica Sur » Sociedad » 8 dic 2016

La comunidad aborigen cuestiona la instalación de una cruz en el Jeujepén

La comunidad Rafaela Ishton pide que se dé marcha atrás con la obra de la "Cruz de la Misericordia" que se prevé inaugurar hoy en Tolhuin. En un extenso documento apuntan al rol de la iglesia y los salesianos en la desaparición de los pueblos originarios.


Integrantes de la comunidad aborigen Rafaela Ishton están molestos por lo que será hoy la inauguración del monumento “Cruz de la Misericordia” en el Cerro Jeujepén en el corazón de la isla, espacio que pertenece a dicha comunidad.

“Existe un grave daño a nuestro patrimonio y reclamamos para que se revierta el estado de las cosas, sin embargo una vez más somos desoídos e invisibilizados”, señala el inicio de un extenso documento que dieron a conocer a través de su cuenta de Facebook.

En el mismo apuntan a dos aspectos, uno que tiene que ver con la autorización para la realización de la obra. Y el otro –quizás el más profundo- que apunta a su visión crítica sobre el rol que tuvo la iglesia en el proceso de desaparición de las comunidades aborígenes de Tierra del Fuego, y el simbolismo de poner justamente una cruz en la cima de aquel Cerro.

La organización evidenció las diferencias que mantienen sus integrantes, ya que reclama –por un lado- que la autorización que consiguieron los promotores de la instalación de la cruz para llevar adelante la obra, fue obtenida de Rubén Maldonado, a quien no reconocen como autoridad de la comunidad aborigen. “Desde el año 2011 nos hayamos en estado de acefalía, por esta razón Maldonado no poseía la potestad para aprobar la obra mencionada”, remarcan en el escrito.

El otro de los aspectos a tener en cuenta para comprender el reclamo tiene que ver con el carácter simbólico del monumento, atendiendo estrictamente a su significado espiritual y como emblema del cristianismo, entre otras religiones. Es que -según los documentos presentados para la elaboración de este proyecto- el grupo de personas que lo promueve pertenece a la iglesia católica.

El documento tiene un firme reclamo hacia el accionar que tuvieron los religiosos, especialmente la orden salesiana de Don Bosco, que aún hoy tiene una fuerte presencia en la comunidad fueguina.

“La iglesia católica desarrolló un proceso de evangelización que provocó una serie de efectos devastadores para la población indígena, generando una profunda alteración en su modo de vida tradicional, creencias, y en última instancia, causa principal de su defunción. Pueden mencionarse como elementos de esta aseveración el hacinamiento, la reducción de movilidad, la incorporación de la vestimenta occidental, y el cambio abrupto en los hábitos alimenticios. Estudios ulteriores arrojaron resultados determinantes y comprobatorios sobre este asunto, siendo la principal causa de fallecimiento la tuberculosis, enfermedad provocada por las condiciones antes descritas”, apuntan.

Por último, expresan que “apelamos a la buena fe de los contribuyentes que hicieron posible esta obra para revertir el estado de las cosas, asumiendo que fueron engañados por un falso representante de nuestra comunidad”.

Una iniciativa de la Iglesia Católica

La Cruz de la Misericordia será inaugurada este jueves 8 de diciembre en el cerro Jeujepén de la localidad de Tolhuin.

Se trata de una iniciativa que fue solicitada por el Párroco Luis Ascona, a cargo de la Parroquia Sagrada Familia de Tolhuin, y la Comunidad Católica de Tolhuin quienes allá por el año 2012 se propusieron erigir una cruz en el Cerro Jeujepen, teniendo como meta la “espiritualidad de todos los habitantes del lugar”.

Entre los años 2013 y 2014 se iniciaron los trámites antes las autoridades locales, provinciales y la Comunidad de los Pueblos Originarios propietaria de las tierras, con el objetivo de obtener los permisos y autorizaciones correspondientes para su construcción.

Cada fin de semana se fue transportando a la cumbre del cerro los materiales necesarios hasta quedar instalada la cruz, para ser inaugurada este 8 de diciembre a las 15.00 que es el día de la “Gran Hora de la Misericordia de Dios con la Humanidad”.

La carta completa de la Comunidad Aborígen Rafaela Ishton en contra del monumento:

“CRUZ DE LA MISERICORDIA”

Mediante la presente hacemos llegar nuestro reclamo hacia la instalación de la obra nombrada CRUZ DE LA MISERICORDIA, la cual se emplaza en la cima del cerro Jeujepen, ubicación perteneciente a la comunidad indígena Rafaela Ishton.

Para comprender este asunto hay que saber diferenciar por lo menos dos rasgos o componentes de este proyecto, por un lado el que se refiere a la localización y los permisos necesarios para que tal obra se llevase a cabo, y por otro lado nos encontramos con el factor simbólico que reviste la obra en particular.

La iniciativa para desarrollar la “Cruz de la misericordia” es promovida por un grupo de personas que deciden instalar su realización en la cumbre del cerro Jeujepen, a este respecto cabe mencionar que en primera instancia se pensó y afirmó que la ubicación comprendía las tierras fiscales, sin embargo, se supo finalmente que el cerro se encontraba en las tierras reivindicadas al pueblo originario selknam. Se encuentran a disposición documentos firmados por las autoridades de Pueblos Originarios y Catastro provincial confirmando la propiedad del sitio en cuestión.

A sabiendas de esta afirmación los responsables del proyecto inician los trámites pertinentes.

Según lo acontecido se eleva un petitorio formal para erigir el monolito en dicho predio. Quien autoriza en calidad de presidente de nuestra entidad es el señor Rubén Darío Maldonado. Como ya declaramos en diferentes circunstancias, desde el año 2011 nos hayamos en estado de acefalía, por esta razón Maldonado no poseía la potestad para aprobar la obra mencionada. Atendiendo a estas cuestiones debemos hacer hincapié en que la autorización necesaria no es legítima y no representa al conjunto de los integrantes de nuestro pueblo.

Sobre el rol de la iglesia en el genocidio de los pueblos originarios de la isla de Tierra del Fuego:

Indicamos en primer lugar que uno de los aspectos a tener en cuenta para comprender nuestro reclamo tenía que ver con el carácter simbólico del monumento, atendiendo estrictamente a su significado espiritual y como emblema del cristianismo, entre otras religiones. Según los documentos presentados para la elaboración de este proyecto el grupo de personas que lo promueve pertenece a la iglesia católica.

A lo largo de nuestra historia han intervenido diferentes actores y responsables que implementaron una extensa campaña de exterminio de los pueblos originarios de América. Aquí en Argentina la denominada conquista del desierto, ideada e impulsada por el entonces presidente Julio Argentino Roca, se encargó de despojar violentamente a los originarios de las tierras que habitaban, como consecuencia de esta campaña se evidenció un plan sistemático de matanza, que guiado por la codicia y poder de unos pocos, instauró la masacre indiscriminada de los milenarios dueños de estas tierras. En esta época oscura los verdaderos antiguos pobladores fueron depositarios de toda clase de actos aberrantes y repudiables, hablamos de vejaciones, secuestros, torturas, violaciones, cosificación del aborigen y asesinatos. Recordemos además que la ciencia declaraba como parte de la fauna a nuestros ancestros, que además fueron etiquetados como tribus antropófagas, esto es: Caníbales.

Es en esta coyuntura que la iglesia católica desarrolla un proceso de evangelización que provocó una serie de efectos devastadores para la población indígena, generando una profunda alteración en su modo de vida tradicional, creencias, y en última instancia, causa principal de su defunción. Pueden mencionarse como elementos de esta aseveración el hacinamiento, la reducción de movilidad, la incorporación de la vestimenta occidental, y el cambio abrupto en los hábitos alimenticios. Estudios ulteriores arrojaron resultados determinantes y comprobatorios sobre este asunto, siendo la principal causa de fallecimiento la tuberculosis, enfermedad provocada por las condiciones antes descritas.

La orden salesiana de Don Bosco ha jugado un rol preponderante en la muerte de nuestros ancestros a raíz de la concentración de originarios en campos que apuntaban a la evangelización, pero que resultaron ser auténticos cementerios humanos. La Misión de Nuestra Señora De la Candelaria aquí en Río Grande y la Misión de San Rafael en la isla Dawson en Chile, este último, que posteriormente fue utilizado para albergar presos políticos en la dictadura de Pinochet, tuvieron un papel concluyente en la historia de los pueblos originarios y su exterminio.

Con el transcurrir del tiempo los crímenes cometidos han sido reconocidos por los actores que han intervenido en nombre de la iglesia, como así también por aquellos que hoy la representan, siendo un componente fundamental para el reconocimiento de los derechos humanos de nuestros pueblos originarios, y un claro avance en este sentido, a este respecto vale la declaración expuesta por el papa Francisco, máxima autoridad de la Iglesia Católica:

“Alguno podrá decir con derecho, que cuando el Papa habla de colonialismo se olvida de ciertas acciones de la Iglesia, les digo con pesar, se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios. Quiero decirles, quiero ser muy claro, como lo fue San Juan Pablo II, pido humildemente perdón, no sólo por las ofensas de la propia Iglesia sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América”

(Discurso pronunciado el día 9 de julio del año 2015 por el Papa Francisco en el Encuentro de Movimientos Populares en Santa Cruz de la Sierra, organizado por el Vaticano y el gobierno de Evo Morales)

Habiendo aclarado estos puntos queremos expresar nuestro más sentido pesar por la situación generada y apelamos a la buena fe de los contribuyentes que hicieron posible esta obra para revertir el estado de las cosas, asumiendo que fueron engañados por un falso representante de nuestra comunidad, y a fin de comprender nuestra labor de reparación histórica hoy los descendientes selknam asumimos la responsabilidad de alzar nuestra voz y reivindicar nuestra identidad, por nuestra autodeterminación, para rescatar nuestro patrimonio y ¡ Porque no estamos extintos!

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