La Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF) habilitó en su campus de Ushuaia una estación remota para el estudio de los fenómenos atmosféricos en la región sur, a instancias de un proyecto impulsado por el Instituto de Física de la Atmosfera de la Universidad de Rostock (Alemania), con la participación de la Estación Astronómica de Río Grande (EARG) y la Universidad Nacional de La Plata.
 
Se trata del proyecto internacional de ingeniería física denominado “MMARIA-SAAMER”, el cual mediante una serie de antenas receptoras posibilitará el análisis de la dinámica de la atmósfera superior (mesósfera) comprendida entre los 80 y 100 kilómetros de altura, incluyendo así el estudio de las ondas de gravedad, los meteoros, entre otros fenómenos y datos de interés científico.
 
El instrumento cuenta con un prototipo similar en la ciudad de Tolhuin y ambos relevarán información que amplía el área de cobertura del detector de meteoros que funciona en la estación riograndense. “Esto nos permitirá inferir características de la atmósfera con mejor resolución en espacio y tiempo, en una región que en general es difícil de observar”, explicó el doctor Federico Conte, quien es astrónomo argentino que trabaja en el Instituto de Física de la Atmosfera de la Universidad de Rostock.
 
El científico afectado al proyecto se encuentra por estos días en la capital fueguina, ultimado los detalles de la instalación de los radares en el campus universitario de Yrigoyen 879. “Nuestro interés se centra en Argentina porque de acuerdo estudios previos se ha descubierto que es una de las regiones más activas en el mundo en lo que respecta a las ondas de gravedad de montaña”. “En septiembre, varias instituciones de Alemania, realizarán una mega campaña para estudiar estas ondas, porque se sabe poco de ellas, pero sí que son muy importantes en la dinámica de la atmosfera a escala global”.
 
En ese sentido Conte precisó que “las ondas de gravedad ocurren todo el tiempo, en todo el planeta y particularmente en la Patagonia Argentina, debido a la interacción de los vientos fuertes con los Andes”.

“Cuando las masas de aire chocan contra las paredes de la montaña, levantan corriente caliente que está en la superficie, este aire se eleva, se enfría y por fuerza de la gravedad se viene hacia abajo. Ese subir y bajar, genera las ondas que interactúan con la atmósfera y provocando cambios que son tan importantes que puede modificar la circulación de toda la atmósfera a escala global”, detalló el investigador.

Por su parte, el profesor José Luis Hormaechea director de la EARG opinó sobre el proyecto: “La expectativa es muy grande, porque este desarrollo contribuirá, en gran medida, al mejoramiento de los modelos atmosféricos que, por ejemplo, tiene un impacto directo en la predicción del clima”. “Ésta es una línea de trabajo que muy pocos grupos de investigación de Argentina desarrollan, por lo cual resulta una oportunidad interesante para la Universidad de Tierra del Fuego, por el potencial que representa para Tierra del Fuego y la Región”.

En tanto, ambos científicos adelantaron se llevarán a cabo otras campañas de observación en la Patagonia, con la asistencia de instituciones científicas académicas, en particular la UNPA, en ciudades como el Calafate, Tres Lagos, el Chalten entra otras.