Hasta ahora, los residentes en el extranjero votaban en el consulado más cercano, pero el gobierno decidió modificarlo. El decreto permitía enviar el voto en un sobre sin identificación y un mecanismo de identificación en otro sobre separado.

La diputada había argumentado que el voto por correspondencia, sin identificación ni control alguno en el trayecto del sobre, “constituye una violación flagrante del régimen constitucional” y “una violación de los principios de legalidad y de interdicción de la arbitrariedad”.

Asimismo, Camaño había asegurado que el decreto de Macri es “una violación inocultable de la regla republicana de la división de poderes”, dado que el Presidente modificó una ley por vía de un decreto.

Servini observó que el decreto presidencial “establece un nuevo sistema de votación al incorporarse la posibilidad de efectuar la emisión del sufragio por correo postal y se crea un padrón especial con los ciudadanos que deseen votar de esa manera”.

Básicamente, la jueza contempló lo que reza la Constitución Nacional: “Los proyectos de ley que modifiquen el régimen electoral y de partidos políticos deberán ser aprobados por mayoría absoluta del total de los miembros de las Cámaras de Diputados y Senadores”.

El apoderado del Partido Justicialista, Jorge Landau, aseguró que era "un disparate" votar por correspondencia por el hecho de estar en el exterior. "Nos enojamos e hicimos la presentación correspondiente", agregó Landau en declaraciones televisivas.

El presidente Macri había firmado un decreto que fue publicado en el Boletín Oficial el 11 de enero de este año, que le permitía a los argentinos que viven en el exterior a votar por correo postal.

De esta manera, los más de 360.000 argentinos residentes en el exterior no podrán votar por carta y tendrán que ir a las sedes diplomáticas para emitir su sufragio durante las elecciones presidenciales.