En su paso por la Legislatura, para evaluar el presupuesto 2017, el presidente del Instituto Provincial de la Vivienda, Luis Cárdenas, aseguró que “margen sur, es el gran desafío que tiene el IPV” y que en los próximos días se firmarán convenios con Nación para avanzar en cuestiones tales como el dominio de la tierra hasta la provisión de agua y cloacas.

Cárdenas dijo que en los asentamientos de la margen sur, que buscan regularizar, viven alrededor de 20 mil personas. “Se trata de una zona que va a necesitar mucho acompañamiento” de las políticas públicas y en tal sentido dijo que hay mucho respaldo por parte de la Secretaría de Vivienda de la Nación, cuyos funcionarios recorrieron la zona.

Cárdenas evaluó que la realidad en Río Grande es que se aproximan condicionamientos en materia de acceso a la tierra. “Y en Ushuaia, se viene llevando adelante un plan, no solo de viviendas, sino también con inversión en infraestructura”.

Cárdenas, afirmó que en ambas ciudades “tenemos un pasivo ambiental” y lo adjudicó a “desaciertos de gestiones que nos han colocado en una situación con niveles de contaminación alarmantes” y en tal sentido planteó la existencia de seis puntos de la ciudad “donde se están volcando efluentes en forma cruda”, que van a la bahía Encerrada, pero recordó que en el último año, se ha logrado contener “y poner en funcionamiento las 18 bombas del sistema cloacal de Ushuaia”.

En cuanto a la entrega de unidades habitacionales, por parte del IPV, Luis Cárdenas anunció que “estamos cerca de 300 viviendas para Ushuaia” y serán entregadas entre la ultima semana de noviembre y primera de diciembre. Y otras 70, serán para la segunda quincena de noviembre en Río Grande.

“Tenemos previsibilidad de obras para los próximos meses” aunque evaluó que el desafío es “lograr un punto de inflexión que nos permita salir de la problemática habitacional de la Provincia”.