domingo 20 de abril de 2025 - Edición Nº3135
Critica Sur » Sociedad » 28 oct 2016

Un partido de fútbol para celebrar el trabajo en comunidades rurales

Escuelas rurales de Tierra del Fuego se sumaron a otras 600 de todo el mundo en más de 50 países de todos los continentes que realizaron hoy un partido de fútbol para celebrar la concreción de un proyecto colectivo, que fue desde la construcción de un camino hasta la realización de una huerta.


Unas 600 escuelas de comunidades rurales de más de 50 países de todos los continentes realizaron hoy un partido de fútbol para celebrar la concreción un proyecto colectivo, que fue desde la construcción de un camino hasta la realización de una huerta, en el 8° Encuentro Global de Fútbol Comunitario, un experiencia que se realiza desde 2009 con el objetivo de fomentar el trabajo en equipo.

La propuesta, impulsada por la Red de Comunidades Rurales, es la siguiente: la comunidad educativa se reúne y plantea un objetivo (hacer una biblioteca, una huerta, un camino de acceso, charlas de educación sexual, etc), fija un tiempo de realización y, una vez concluido, lo celebra el último viernes de octubre con un partido de fútbol.

"El partido es la excusa y como el fútbol es un lenguaje universal pudimos llegar a los cinco continentes", describió Patricio Sutton, responsable de la Red Comunidades Rurales y mencionó a Malasia, Angola, Kenia, México, Arabia Saudita, India, Portugal, Polonia, Honduras y Chile como algunos de los más de 50 países que participaron, además de una escuela de la Antártida Argentina.

"Desde la mañana estamos trabajando en un cerco perimetral de la escuela para evitar que los chicos se acerquen a la ruta; también pintamos los juegos, arreglamos la tranquera y armamos canteros para cultivar frutos de estación", contó Claudia Costilla, maestra de la Escuela Rural N°11 "Pioneros Fueguinos", ubicada en medio de la Estancia Sara.

La jornada comenzó a eso de las 8 y los menos de 6 grados no amedrentaron a alumnos, docentes y padres de la rural 11, pero tampoco a estudiantes de otras escuelas de la ciudad, personal de defensa civil y miembros de organizaciones de la zona que se acercaron para trabajar en los proyectos propuestos.

Con el viento como música de fondo, Claudia describió que "los chicos están preparándose para el partido que todos los años lo hacemos como cierre del encuentro" y, aunque no está permitido por las reglas que jueguen adultos, la maestra confesó que "todos los que se acercan se tientan con pelotear un rato".

Pioneros Fueguinos está a 55 kilómetros de Río Grande, sobre la ruta 3: "Para los chicos y los maestros somos el único contacto por fuera de su comunidad que ven en el día. El afecto y respeto que nos tienen es muy grande y nosotros a ellos. En estos lugares el trato uno a uno genera otros vínculos", contó Claudia, quien llegó a Tierra del Fuego desde su Tucumán natal hace ya más de dos décadas.

Además de dar clases a los cuatro alumnos de primaria, Claudia dirige un proyecto para enseñar a los chicos a cultivar en invernaderos: "Muchas familias no pueden ir hasta la ciudad y entonces sólo pueden comer lo que les da el patrón, carnes e hidratos de carbono. Nosotros queremos fomentar una mejor alimentación con más frutas y verduras y para eso queremos que cada chico aprenda cómo hacerlo y lo pueda reproducir en su casa", describió.

La historia de cada escuela rural, así como sus problemáticas, está ligada íntimamente al entorno: "La construcción de una comunidad educativa, es decir, la integración de la familia a la escuela genera un potencial enorme no sólo para el aprendizaje del chico, sino para todo el pueblo", describió Sutton, quien junto a otras personas que habían trabajado en zonas rurales, creó hace más de diez años la Red.

"Veíamos que existía una problemática que es que los padres y madres no se acercaban a las escuelas, y esto pasa en la ciudad pero también en el campo, porque trabajan todo el día. Por otra parte, cada vez que íbamos a una escuela veíamos cómo niñas y niños jugaban a la pelota en los recreos", recordó Sutton.

Y continuó: "Un día hablando con la directora de una escuela en la Selva Acambuco, en Salta, le preguntamos cuándo venían los padres, y nos respondió que para los actos y para cuando se armaban alguna 'competencia' con otras escuelas, entonces se nos ocurrió proponer un partido de fútbol para celebrar algún proyecto que la comunidad proponga".

La propuesta se expandió rápidamente en el país y fue cruzando fronteras, tantas que llegó a los cinco continentes: "En Angola el año pasado celebraron que desarmaron las orugas de los tanques de guerra y las usan para arar la tierra. En El Rosal, un paraje de Salta, las familias construyeron durante dos años un camino para que pase la ambulancia", describió Sutton, a quien las anécdotas se le amontonan.

Ahora la expectativa es generar una red de educadores rurales aprovechando las nuevas tecnologías: "Todos tienen acceso a celulares e Internet, o casi todos, sería un gran recurso poder compartir cada experiencia con otros", sostuvo.

Y concluyó: "El objetivo de estas acciones es despertar la inteligencia comunitaria. Que cada poblado conozca la capacidad de autogestión que tiene si todos trabajan por un mismo fin. Ese es un camino que una vez que una comunidad emprende no tiene vuelta atrás".

Fuente: Telam

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