lunes 24 de junio de 2024 - Edición Nº2835
Critica Sur » Sociedad » 9 oct 2016

Feria de las colectividades: El Margalot se llenó de aromas de todo el mundo

Hasta la tarde de hoy permanecerá abierta la feria de las colectividades. Se puede encontrar desde una feijoada, pasando por un mojito cubano, hasta postres alemanes. Historias de extranjeros y descendientes que eligieron Río Grande para vivir.


El aroma de la feijoada brasileña se fundió con el del shawarma sirio y los tacos mexicanos ayer, en una nueva edición de la Feria organizada por la Asociación de Colectividades de Río Grande. En el polideportivo Carlos Margalot se puede recorrer el mundo a través de unos 20 stands de diferentes paises. Y la muestra también permanecerá abierta este domingo.

Durante todo el fin de semana, miles de vecinos pueden disfrutar platos internacionales típicos y shows de música y danza.

Radicado en Río Grande hace solo un mes, Henry Borges ofreció una variedad de tragos cubanos al público, el más solicitado fue el mojito. Además, bailó una salsa cubana con un poco de guaguancó. “La rumba cubana es la raíz de la salsa, en Cuba se baila mucha salsa que tiene raíces propias que son afrocubanas y que dan la conformación de los pasos básicos de ese baile”, contó a Crítica Sur.

Henry dijo que es estudió ingeniería, pero se dedica al arte. “A Río Grande llegué por dos amigos médicos cubanos que ya vivían en Río Grande, me hicieron la invitación y me he quedado”. Se trata de uno de los cuatro cubanos que viven en Río Grande. “Estoy haciendo algunos trabajos de animación en algunos boliches, y trabajando en la creación de un proyecto de teatro infantil que se llama la Colmenita”.

Los dulces alemanes tuvieron un lugar privilegiado, en el stand se puede probar Selva Negra, strudel, masitas de miel y jengibre entre otros. María Ester y las demás chicas del stand participan hace 14 años de la feria. “Es importante para nosotros transmitir la cultura de nuestros abuelos; en mi caso mis abuelos vinieron del sur de Alemania y para mí es un orgullo poder representarlos”, sostuvo.

Además asegura que –salvo el idioma- se conservan muchas costumbres “sobre todo para las fiestas lo que tiene que ver con las comidas, eso siempre se mantiene de lo que nos han transmitido ellos”.

Sonia Miranda es paulista, nacida y criada hasta los 14 años en San Paulo, Brasil. Sus padres son argentinos y en su casa siempre se habló el castellano, por lo que es difícil encontrar en su voz algún rasgo del acento portugués.

Hace 38 ya años vive en Tierra del Fuego, y en quince de ellos participó de la feria. “Siempre quise formar un grupo de brasileros pero no he podido”, dijo. Además sostiene que “mucha de la gente que viene lo hace por las fábricas, están un par de meses y se van, no tengo idea cuantos son porque están la mayoría de paso, pero en forma estable no debemos llegar a diez”.

Entre los platos que ofrece al público: la tradicional feijoada (poroto negro con cerdo), torta de banana y chocolate, pan de que queso, caipirinha y café brasileño.

María Ester estuvo presente en todas las fiestas de las colectividades. En Río Grande tiene la parrilla “El Rincón de Julio” hace 30 años. “Me vine a quedar a Tierra del Fuego –dijo- sin embargo luego de atravesar algunos problemas de salud ahora sueño con volver, yo me quiero morir en mi patria”.

Silvia Chedresse, descendiente libanesa, recordó que “hace quince años que celebramos la fiesta de las colectividades, que es una manera de honrar a todos los extranjeros que habitan el suelo argentino y en especial a esta ciudad de Río Grande”. Entre las costumbres que conservan asegura que “tratamos de mantener todo lo que tiene que ver con el arte culinario que se transmite de generación y generación”. La comida árabe -cuenta Silvia- está basada en el trigo. El tasbule es una ensalada que se hace a base de trigo, y se ha hecho famosa -no por ser libanesa- sino porque los vegetarianos la pusieron de moda: “Tiene muchas verduras, morrón, perejil, cebolla, cebollita de verdeo, trigo burgol y se condimenta como una ensalada común con el aditivo de mucho limón”, detalló.

“Luego tenemos lo que se conoce como quepi que se llama cupi que es carne con trigo y cebolla, las empanadas árabes, niños envueltos en hoja de parra y de repollo”, añadió. “Es un placer cocinar para la familia y los amigos la comida árabe, el libanes es así, le gusta la cordialidad y compartir lo que tiene con el otro”, dijo.

Vestida con un colorido traje típico venezolano de la zona del Estado de Lara en Venezuela, Ainelén charla con todos en el stand venezolano. Hace siete años se levantó un día en Caracas, tomó sola un vuelo hacia Buenos Aires donde durmió una noche y luego voló directo a Tierra del Fuego.

“Vine porque soy profesora de danzas y venía a trabajar en un gimnasio, por situaciones de salud estuve un tiempo sin trabajo y luego comencé trabajar en lo que hago que es una terapia de baile, y también a hacer lo que hacía en mi país que era producción de radio, ahora estoy en Fm Stylo 101.1”, dijo.

Ainelén remarcó que se siente "feliz" en Río Grande: "La gente por más que se digan algunas cosas, es muy solidaria. Acá te ven mal y de dan la mano, nunca de dejan caer”. Además contó que vive con su pareja que es “un argentino 100%” a quien ha transmitido muchas de sus costumbres. “Cada vez que les hago de comer a él y a su familia me dicen que comemos bastante potente, también le he enseñado a bailar uno que otro ritmo”, dijo entre risas.

En el stand ofrecen tragos caribeños, daiquiris y uno multifrutal. Quesillo (flan con coco) y una torta de chocolate con coco. “Estoy muy orgullosa de mis raíces y también muy contenta de haber tocado en un país que le abre las puertas a todos”, señaló.

En la mesa Siria reciben al público Yamil y Elena, quienes todo el tiempo son requeridos debido a las comidas que ofrecen. “Estamos acá mostrando todo lo que es nuestra cultura, nuestras comidas y nuestros bailes”, dijo él.

Elena es profesora de danzas árabes y Yamil es chef de cocina árabe. “Hoy tenemos yabrak que son niños envueltos en hoja de parra, puré de garbanzos, puré de berenjenas, shishkebab, Kebbe al horno, empanadas árabes y en la máquina que gira lo más solicitado es el shawarma”, contó.

Solo para la primera jornada de la feria, Yamil preparó más de 50 kilos de carne para el shawarma, uno de los más solicitados de la tarde de ayer. “Es un lujo, muy lindo todo y muy contento de vivir acá”, aseguró.

Nieto de sirios, sostiene que en Río Grande los descendientes no son muchos y están muy dispersos. “Yo me mudé hace poco a Tierra del Fuego y me encanta, estoy re contento”, cerró.

.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias

VIDEOS