INVIERNO
La espectacular belleza de los copos de nieve
Las bajas temperaturas causan que las precipitaciones formen pequeños cristales de hielo que llegarán en forma de copos de nieve. Pero no todos los copos son iguales, nos cuenta colección la Lupa.
La nieve es resultado de un fenómeno meteorológico en el cual el vapor de agua experimenta una alta deposición (transformación de un gas a un sólido) en la atmósfera a una temperatura menor de 0 °C, para posteriormente caer sobre la superficie terrestre en forma de pequeños cristales de hielo.
Adriana Lasa explica para Colección La Lupa que estos cristales adoptan formas geométricas con características fractales (patrón que se repite a diferentes escalas), y se agrupan en copos. La nieve está compuesta por pequeñas partículas ásperas de un material granular. Normalmente, tiene una estructura abierta y suave, excepto cuando es comprimida por la presión externa.
¿Qué figura geométrica identificamos con la nieve? En general, estamos acostumbrados a asociar la nieve con la típica imagen de un cristal de seis puntas que podemos ver en diferentes logos, publicidades, etc.
Pero lo interesante es que por una cuestión de probabilidad es posible, aunque remoto, que exista un cristal igual a otro; si bien los cristales de hielo deben su simetría de seis caras a los enlaces de hidrógeno en las moléculas de agua que la componen. Cuando esta se congela, las moléculas se unen y cristalizan formando estructuras hexagonales en la que cada punto de la figura es un átomo de oxígeno y cada lado uno de hidrógeno enlazado a uno de oxígeno.
Cuantas más moléculas de agua se suman, más complejo se vuelve este patrón. En las fotos que acompañan esta publicación podrán observar algunos de los resultados finales de esta combinación.
Fuente: Colección La Lupa, la revista científica del Cadic