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Critica Sur » Sociedad » 26 sep 2016

B95, el playero que superó todos los records no llegó este año y preocupa a los científicos

De Tierra del Fuego a Canadá, el playero rojizo de 24 años anillado en Río Grande en 1995, lleva recorridos más kilómetros que la distancia entre la tierra y la luna. Los científicos este año no lo vieron y están preocupados, pero no pierden la esperanza de volver a encontrarlo.


En 2013 pensaron que había muerto, pero no. Cuando los científicos comenzaban a desesperarse por haberle perdido el rastro, el B95 volvió a darles una sorpresa: estaba vivo y volando. Y fue visto en Delaware Bay, en la costa este de EE.UU. Sin embargo este año nuevamente no hay rastros de él, y las expectativas de encontrarlo van disminuyendo, aunque no pierden la esperanza.

El B95 es un playero rojizo (Calidris canutus) de casi 24 años, el más longevo de su tipo. "Esto equivale a un ser humano que llega a los cien años de edad", contó Allan Baker, del Museo Real de Ontario en Canadá, quien monitorea el ave desde 1995.

De ahí su nombre, asociado al número en la banda que los científicos de Río Grande le pusieron en la pata en 1995, cuando comenzaron a estudiarlo. En esa época calcularon que el ave tenía entre 2 y 3 años.

Pesa apenas 200 gramos, lo mismo que un pan de manteca, y por su aspecto frágil nadie diría que ya voló más que la distancia entre la Tierra y la Luna. Pero lo hizo. Y para comprobarlo sólo hay que hacer algunas cuentas. Todos los años viaja desde Río Grande, hasta el Ártico canadiense: recorre unos 32.000 kilómetros y se estima que tiene más de 20 años; ya viajó entonces más de 600.000 kilómetros. De la Tierra a la Luna hay 384.400, distancia que sobrepasó para el asombro de sus seguidores.

Preocupación entre los especialistas

La preocupación es creciente entre quienes siguen a esta mítica ave. En la temporada 2014-2015 lo volvieron a ver, pero eso ya no ocurrió en esta temporada 2016. “No pierdo la esperanza de volver a verlo. Cuando lo capturamos fue frente a Prefectura Naval, en la playa, y fue la primera campaña de anillado internacional que se hizo en Río Grande en 1995”, contó a Crítica Sur, Luis Benegas.

El especialista en aves recuerda que ese año el playero rojizo B95, recibió un anillado estándar. En esa oportunidad capturaron casi 800 aves, de las cuales anillaron 450 y a todas se les puso la misma combinación de anillos. Pero ocurrió que en el año 2001 -donde hoy está el Centro de Interpretación Reserva Costa Atlántica- se realizó una nueva captura de 200 playeros rojizos y dentro del grupo estaba nuevamente B95.

“En ese momento se tomó la decisión de agregar -a las banderitas de color naranja que solo identificaban al país- en este caso Argentina, un código alfanumérico. Y coincidió B95, que tiene en la tibia izquierda un anillo bandera naranja. También hay de estas aves en San Antonio Oeste, pero las aves anilladas en esa zona tienen el anillo en la tibia derecha para diferenciarlas. Algunas tienen combinaciones individuales. En la base de datos se puede saber cuándo fueron anilladas y dónde, con su información biométrica”, indicó.

“En el caso de B95 sabemos que cuando lo capturamos en el año 95 ya tenía tres años. Porque ese año también se hizo extracción de sangre, a través de eso se determinó que tenía tres años y era un macho. Este año cumplió 24 años”, recordó.

Justamente porque la gran duda que tienen todos los científicos es que no se sabe hasta qué edad pueden llegar a vivir los playeros rojizos, es que B95 se ha convertido en un ave tan importante, ya que ha brindado un gran caudal de información. “Lamentablemente en esta temporada nadie lo vio”, dijo Benegas.

A B95 se lo identifica habitualmente en su paso por Tierra del Fuego en las costas de Río Grande. Sin embargo, el sitio más importante en la isla está ubicado en Bahía Lomas (frente a Cerro Sombrero) donde actualmente hay unos 12 mil individuos, pero donde alguna vez se llegaron a avistar 60 mil individuos.

“La última vez que lo fotografié fue en la Laguna de los Patos en enero 2014, pero en 2015 volvimos a verlo. Ojala aparezca, yo no pierdo la esperanza de verlo y va a ser una información fantástica”, señaló Benegas y detalló que B95 “tiene una combinación bandera, anillo negro, anillo naranja y anillo negro, más el metálico que tiene el documento del instituto que es como un documento de identidad”.

Además asegura que la población de Playeros Rojizos en Rio Grande, ha caído de 5000-6000 mil individuos que teníamos en el 2000, luego comenzamos a ver 4000-3500, y siguió bajando a 1500-800; las últimas dos temporada 2014-2015 fueron 150 playeros rojizos. “Los pude contar uno a uno. Generalmente vuelan al mismo lugar de invernada, esta temporada fueron 132 individuos y unos pocos anillados en Río Grande”, detalló.

Muy buen padre

Los playeros rojizos -también conocidos como playeros árticos o playeros gordos- llegan al Ártico Canadiense en junio para reproducirse. Allí es donde se forman las parejas y cuando los polluelos nacen las hembras emprenden el vuelo hacia el sur, generalmente en julio.

Son los padres los encargados de los pequeños: los mantienen calientes, los cuidan de los predadores y luego de tres semanas los pichones empiezan a volar.

Los machos que no son exitosos en la cría comienzan a migrar antes y son vistos en los primeros grupos que llegan a la parada del Archipiélago de Mingan en Quebec. En agosto hay una segunda llegada de los machos que han criado pichones.

"A B95 siempre lo hemos visto llegar tarde, en agosto, por eso pensamos que es muy buen padre", le explicó a la BBC, la bióloga Patricia González quien conoce al playero desde que fue anillado.

Llegan a Tierra del Fuego a fines de octubre y principios de noviembre, donde permanecen en general hasta mediados de febrero.

En su migración, los playeros rojizos paran en San Antonio Oeste, en la Patagonia, y algunas aves hacen paradas en la Coronilla y Laguna de Rocha en Uruguay, así como en el sur y el norte de Brasil.

La mayoría de los sitios donde se detienen son áreas protegidas que han sido reconocidas internacionalmente por la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras.

En su ruta de vuelta al Ártico para la reproducción, los pájaros hacen su última parada en Estados Unidos.

En Delaware y Nueva Jersey, es donde las aves enfrentan una de sus grandes amenazas, ya que debido a la sobrepesca en la Bahía de Delaware les es cada vez más difícil conseguir alimento en una de las paradas fundamentales, ya que es la última antes de ir al Ártico.

Los científicos, no pierden la esperanza de saber que el longevo B95 sigue cruzando los cielos a través de todo el continente americano.

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