Vega Pléyade, un gigante de 2.600 toneladas frente a la costa fueguina
La plataforma operada por Total Austral se ubica a 20 kilómetros de la Bahía San Sebastián. Su construcción costó 1.100 millones de dólares. Desde que comenzó a producir, en febrero de este año, produce 22 millones de metros cúbicos de gas por día, logrando abastecer a un 20% del país.
Ajena a nuestra vida cotidiana, la plataforma Vega Pléyade es una de las más grandes de Argentina, ubicada a 20 kilómetros al sur de la Bahía San Sebastián. Es operada por Total Austral, que invirtió 1.100 millones de dólares en su construcción e instalación.
“Se trata de una plataforma de unas 2.650 toneladas, 1.130 toneladas de jacket y 1.520 toneladas de deck, conectadas por un gasoducto submarino de 24 pulgadas y 72 kilómetros a tierra”, detalló el director de Desarrollo de Negocios de Total Austral, Hernán Silva.
Su participación en la audiencia pública por la suba de la tarifa del gas, el 16 de septiembre pasado, permitió conocer no sólo la postura de la petrolera sobre la modificación tarifaria, sino también algunas características de este verdadero gigante de hierro frente a la costa fueguina.
“Vega Pléyade se encuentra en la Cuenca Austral, al sur de la Argentina, sobre la formación Springhill del período cretácico inferior que data desde hace 120 millones de años aproximadamente, y que aflora en la Cordillera de los Andes y se profundiza yendo hacia el offshore. A la altura de Tierra del Fuego en el offshore se encuentra a una profundidad de unos 1.500 metros”, detalló Silva durante su presentación.
El campo Vega Pléyade forma parte de la concesión Cuenca Marina Austral, integrada por Total Austral (operadora) y las firmas Wintershall Energía y Panamerican.
“Vega Pléyade forma parte de esta concesión y hay otros campos también que forman parte de la concesión que son Carina, Aries y el complejo de Cañadón Alfa. Estos campos se fueron desarrollando de manera secuencial”, explicó el directivo de Total Austral.
“Hoy estamos inyectando 22 millones de metros cúbicos al gasoducto San Martín, lo que representa casi más de 20% de la producción del país”, agregó Silva, recordando que al momento de encarar la concesión de Cañadón Alfa “el complejo producía 6 millones de metros cúbicos y lo hemos hecho subir a 22 millones”.
Silva sostuvo que este crecimiento implicó “un aumento de costos”, señalando que desde 1990 “las erogaciones acumuladas fueron de 6.500 millones de dólares, pero si uno mira las erogaciones de los últimos tres años fueron de 1.600 millones de dólares. Vale decir que en los últimos tres años gastamos 40% de los que gastábamos casi en 30 años”.
“Esto muestra el aumento de la complejidad en la operación, por un lado, y por otro un aumento de los costos de la operación offshore que hemos vivido en la industria no solo argentina sino mundial, en los últimos cinco a diez años”, afirmó.
El gas que se extrae de Vega Pléyade es enviado hasta la Planta de Cullen, donde recibe un primer tratamiento de separación de líquidos, para luego ser enviado a la Planta de Cañadón Alfa. “Desde allí se inyecta el gas en el gasoducto General San Martín de TGS, donde es transportado por 3 mil kilómetros a los centros de consumo masivo”, explicó Silva.
En ese recorrido de 3.000 kilómetros, el gas abastece a diferentes provincias patagónicas.
Costos
Silva detalló que poner en funcionamiento esta plataforma, desde su concepción en 2013 hasta su instalación en 2016, demandó una inversión de 1.100 millones de dólares. Alrededor de 800 personas trabajaron en este proyecto durante las fases de instalación y perforación.
“Antes de octubre de 2013, hubo todo un proceso y período de estudios que nos llevó más de diez años. Durante ese proceso, se hicieron diez pozos de exploración y delineación, se generaron estudios sísmicos 2D y 3D, por lo que el costo de esta actividad a valor de hoy son 400 millones de dólares. Este costo fue totalmente a riesgo del consorcio, puesto que fueron realizados antes de la sanción efectiva del proyecto en 2013”, recordó.
La construcción
La construcción de la plataforma tuvo lugar en Cádiz, España. Durante 14 meses se trabajó en el montaje de las estructuras principales: el jacket y deck. En marzo de 2015, estas estructuras fueron cargadas sobre un barco semisumergible para ser transportadas hasta Tierra del Fuego. Este viaje duró más de 20 días.
Simultáneamente, se realizó la fabricación y el revestimiento de los ductos en distintos países: India, Italia, Francia y Argentina. Ya en Tierra del Fuego, esos caños fueron ensamblados y soldados en una barcaza de instalación.
De esta forma se lograron completar 77 kilómetros de ductos, los cuales conectan la plataforma con la planta de tratamiento de gas de Total Austral, ya existente en la costa de Tierra del Fuego.
A fines de agosto de 2015, se logró realizar con éxito la instalación del jacket: la parte sumergida de la plataforma. Para ello, fue necesario fijarlo en el suelo a través de la inserción de pilares, uno dentro de cada una de sus cuatro patas. Una vez fijado el jacket, en octubre se realizó la instalación del deck, la parte superior de la plataforma.
A continuación, el proyecto atravesó la etapa de perforación de los pozos de desarrollo lo cual finalmente posibilitó la puesta en producción del yacimiento, en febrero de 2016.
“Durante la fase de instalación y perforación hemos necesitado 18 buques, incluyendo barcazas de instalación, bancos de anclaje, barcos de transporte, barcazas de dragado, barcos semi sumergibles para transportar la plataforma hasta Tierra del Fuego, una torre de perforación y tres helicópteros. Eso habla de lo que es la logística marina en un lugar bastante inhóspito como es el sur argentino”, relató Silva.
Todo esto, según el Director de Desarrollo de Negocios de Total Austral, se concretó en “condiciones meteorológicas extremas, con vientos de 160 kilómetros por hora y temperaturas de 10 grados bajo cero, con olas de 10 metros de altura”.
“El costo de stand by (espera) por haber días imposibles de trabajar, lo calculamos en 100 millones de dólares”, sostuvo.
Finalmente, el 22 de agosto de 2015 se instaló el jacket, que es la estructura que soporta el deck donde están todas las facilidades del proceso y las cabezas de pozo.
“La instalación del deck sobre el jacket es una operación bastante quirúrgica, hay que instalar de manera muy parecida el deck dentro del Jacket. Y por último las instalaciones de conexión submarina, que son operaciones que se realizan con buzos, son gente que pasan semanas en cápsulas presurizadas a 5 bar (la presión de un neumático son 2,5 bar) y esta gente vive en cápsulas a 5 bar y trabaja en esas condiciones durante dos a tres semanas”, explicó.
Silva dijo que una vez instalada la plataforma “se hace la perforación y se instala la torre de perforación al lado de la plataforma con la torre de perforación, vertical de la plataforma”.
“Para que tengan una idea: una torre de perforación mide unos cien metros, es un edificio de 30 pisos, y la superficie de una plataforma de perforación son 10 mil metros cuadrados”, ejemplificó.
Reajuste tarifario
Durante su participación en la audiencia pública, Silva dejó en claro la postura de Total Austral: “Necesitamos reglas de juego que sean claras y estables”, dijo a favor de una modificación del precio del gas.
“Pensamos que es posible en Argentina reemplazar la importación de GNL por gas satino, pensamos que podemos hacer eso de manera competitiva, no por precios que sean superiores a los que está pagando el país para importar GNL”, argumentó.
Y cerró su exposición con otro ejemplo: “La producción de Vega Pléyade ha permitido reducir en un volumen equivalente la importación de Gas Natural Licuado (GNL), estimamos que esa reducción de importación de GNL le hace ahorrar de alguna manera al país, importaciones de 500 millones de dólares por año”.
Silva proyectó que las importaciones de 30 millones de metros cúbicos de gas podrían pasar a 100 millones en diez años si no se incrementa la producción local.
“Tenemos recursos naturales y humanos en el país y proyectos competitivos a paridad de importación, que por añadidura implican efectos multiplicadores en lo macroeconómico, por empleos, regalías, impuestos e inversiones en infraestructura”, concluyó.
Fuentes consultadas: www.total.com.ar