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Critica Sur » Provincia » 3 nov 2017

SALUD

Los adultos también necesitan vacunarse

Hay inmunizaciones que deben reforzarse y otras no estaban disponibles cuando eran niños.


Con 20 vacunas para toda la familia, el calendario argentino es uno de los mejores del mundo, y la cobertura entre los niños llega a casi el 95%. A pesar de algunas resistencias aisladas, vacunar a los chicos es algo que la sociedad ha incluido dentro de sus hábitos saludables. Pero no pasa lo mismo con los adultos, y puede ser grave.

“Por un lado, la protección que dan algunas vacunas recibidas durante la niñez disminuye con el tiempo, y hace falta reforzarlas -destacó el especialista en inmunizaciones Ricardo Cortez-. Por otro, hay vacunas que se descubrieron después de que muchos de los actuales adultos crecieron. Entonces, no están protegidos contra esas enfermedades; es el caso de la hepatitis B (es de 1981), por ejemplo”.

Causas del déficit

Habría que preguntarse, por ejemplo, cuándo fue que nos aplicamos la antitetánica por última vez. O si sabemos que hasta los 50 años deberíamos tener puestas dos dosis de la triple viral, que muchos adultos no tienen porque se incorporó al calendario obligatorio recién en 1997... Las respuestas suelen dejar mucho que desear.

Una de las razones de este déficit es la baja percepción de riesgo, explicó la infectóloga Florencia Cahn durante el XIV Simposio Científico de la Fundación Huésped, pero también la falta de información, las falsas contraindicaciones y la falta de manejo interdisciplinario.

“Los médicos también tenemos responsabilidad en esto -aseguró-; hay que pensar que cada consulta, de cualquier especialidad, es una oportunidad de vacunación”.

Derecho y responsabilidad

“Las vacunas y el acceso al agua potable salvan vidas. Generan inmunidad colectiva, con un impacto masivo en la salud pública”, advirtió Carla Vizzotti, infectóloga y consultora para el Análisis de Estrategias Sanitarias de la Fundación Huésped.

¿Por qué? Por lo que se conoce como “inmunidad del rebaño”: al vacunarse, una persona no sólo queda protegida ella, sino que pasa a formar parte de una especie de cerco que protege a los demás.

“Los bebés recién nacidos o los pacientes inmunodeprimidos, por ejemplo, no pueden ser vacunados; pero si a su alrededor todos están protegidos, ellos lo estarán también”, destacó Cahn. Y añadió: “las vacunas son obligatorias, pero también son un derecho, y una responsabilidad social”.

Vacunas imprescindibles

- Hepatitis B (protege contra esa forma de hepatitis viral, causante de cirrosis y cáncer de hígado): tres dosis, la segunda al mes de la primera, y la tercera, a los seis meses de la primera.

- Doble bacteriana, contra difteria y tétanos: se necesita un refuerzo cada 10 años.

- Triple viral, contra sarampión, rubéola y parotiditis (paperas), hasta los 50 años.

- Antigripal: mayores de 65 años, inmunodeprimidos o pacientes con enfermedades crónicas

- Antineumocócica (contra la neumonía): mayores de 65. Hay dos: PCV13 (conjugada) y PPSV23 (polisacárida). No colocarlas al mismo tiempo. Si necesita las dos, los protocolos indican primero la PCV13 y una dosis de la PPSV23 en otra visita. Consultar con el médico.

Mecanismo de protección

- ¿Cómo se obtiene una vacuna?.- Mediante un procedimiento por el cual se inactiva o debilita el microorganismo que causa la enfermedad.

- ¿Cómo actúa?.- Hace que el cuerpo reconozca el microorganismo y produzca defensas contra la enfermedad. Si se entra en contacto con él, las defensas lo protegerán o harán que la enfermedad sea leve.

- ¿Qué puede pasar si no nos vacunamos?.- Si tenemos contacto con el microorganismo podemos contraer la enfermedad, que puede producir complicaciones importantes o incluso la muerte. Y no sólo podemos enfermarnos sino también contagiar a personas más vulnerables que no pueden recibir vacunas.

- ¿Cuánto cuestan?- Todas las vacunas del Calendario Nacional de Vacunación son gratuitas y obligatorias para la población que corresponda.

- Carnet de vacunación.- Es un documento muy importante porque en él se registran todas las vacunas aplicadas a lo largo de la vida. Es necesario conservarlo y presentarlo en cada vacunación o consulta médica.

 

(La Gaceta)

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