En diálogo con el programa Capicúa (Fm del Sur), el presidente Del Colegio De Veterinarios de Ushuaia, Adrián De Antueno, descartó que la eutanasia sea la solución a la problemática de los perros sueltos en las ciudades, y aseguró que “el propietario del perro tiene que hacerse cargo, porque es la primera responsabilidad y obligación a cumplir”.

“Permanentemente hay casos de mordeduras, cada vez más frecuentes, y ahora más grave por el caso de la señora atacada por una jauría con las consecuencias gravísimas que ha sufrido”, recordó De Antueno, entendiendo que se trata de “un tema recurrente, pero no de pocos años atrás sino de décadas”.

La problemática, según el profesional, ha ido “creciendo y en un tiempo se controló a los canes sueltos y luego continuaron con los planes en forma interrumpida”, asegurando que “lo peor que se puede hacer con un plan es interrumpirlo”.

“En el caso de estos animales que responden a cuestiones biológicas se reproducen, no dejan de hacerlo, y si están sueltos en la calle generan un peligro constante para la salud y la integridad física de la población, que es lo que está pasando”, remarcó.

De Antueno insistió en que “no es un tema nuevo y de alguna manera el Municipio durante mucho tiempo se ha ocupado de esto, pero los vaivenes de las gestiones y la disponibilidad de recursos, las más de las veces, ha hecho que los planes se interrumpan y como en este caso, que es lo que ha ocurrido, hacen eclosión cuando aparecen los damnificados mostrando las consecuencias que han padecido”.

Sin embargo, consideró que la Municipalidad “tiene muchos profesionales buenos que tienen planes para solucionar estos problemas y atacarlos de raíz”, aunque opinó que “para eso se requieren los medios necesarios, y si no los tienen nada se puede hacer”.

Castraciones

Consultado sobre la importancia de castrar a los animales, el titular del Colegio de Veterinarios sostuvo que “en la solución del problema, la castración es un aspecto que ataca y evita la reproducción de los animales”, aunque dijo que esto debe acompañarse con “una tarea educativa constante, de sensibilización a la población y a los niños en las escuelas”.

“Debe atenderse la identificación de los canes, haciendo responsables a sus propietarios de lo que las normas legales exigen”, enfatizó De Antueno, indicando especialmente que “el perro tiene que estar en la casa bajo el control y el cuidado de su dueño, que debe brindarle bienestar a través de alimento y bebida, y para sacarlo debe hacerlo con un collar y correa”.

Sostuvo, sin embargo, que “la gente se acostumbró a no tener en cuenta lo que dice la legislación”.

Y ejemplificó: “Todos los que tienen mascotas siempre tienen el argumento de que dejan a sus perritos hacer sus necesidades 10 o 15 minutos y salen a la calle. Si eso coincide con que todos los vecinos hacen lo mismo, tenemos miles de perros en la calle sin que nadie los controle, y cuando vuelven a la casa han hecho un desastre y los dueños no están ni enterados, pero hay gente mordida, bolsas rotas e innumerables inconvenientes que todos conocen”.

“Así que el propietario del perro tiene que hacerse cargo, es la primera responsabilidad y obligación a cumplir”, destacó.

El rol del Estado

De Antueno sostuvo que sobre esta problemática “el Estado lo que debe hacer es capturarlos y buscar al dueño para que se haga cargo, y si no se hace cargo ningún propietario, si no paga la multa o no se da en adopción, tendrá que ver el Municipio qué hace con los perros que tiene en los caniles”.

“En gran parte de la población no hay conciencia, por eso los dejan sueltos, pero el problema de perros sueltos con propietarios es menor”, explicó De Antueno, señalando que “el problema mayor es de los perros vagabundos, porque pueden hasta estar castrados, que es el nuevo paradigma esto de castrarlos y dejarlos sueltos, y un perro suelto y castrado hace el mismo daño que un perro no castrado”.

Aseguró, uno de esos riesgos, es que ataquen “a una persona a la que pueden matar, cosa que no ocurrió gracias a Dios, pero que lamentablemente puede ocurrir en cualquier momento”.

“El Estado no puede permitir que haya ningún tipo de animal suelto, el perro no puede estar en la calle, y quien debe recoger los perros en la calle es la Municipalidad. Las normas hay que cumplirlas y ejecutarlas”, ratificó.

La eutanasia como solución

Por último, consultado sobre la eutanasia como alternativas de solución a la problemática, De Antueno sostuvo que “tomado aisladamente del resto del problema es algo que ha generado muchas contradicciones y genera irritación en los dueños de mascotas”.

“Los que tienen perros y los tienen registrados y los desparasitan no tienen que tener ningún problema, porque el perro si es capturado y si está chipeado saben de quién es y llaman al propietario”, opinó.

Sin embargo, sostuvo que la eutanasia “no solo está prohibida sino que no es de sentido común que un plan de control canino se base en sacrificar a todos los perros”.

Para De Antueno “no hay que ir al extremo y ese punto de vista final, la eutanasia, no es la solución del problema, sino que los perros estén en sus casas y si están sueltos que la Municipalidad los retire de la calle para que no haya transmisión de zoonosis o para que no muerdan gente o rompan bolsas”.

“El problema se ha desbordado de las ciudades, sobre todo en la zona de Río Grande y en los campos, donde los perros sin dueños se van a procurar su alimento a la zona rural y así diezmaron la población ovina de Tierra del Fuego”, comentó.