INFORME ESPECIAL
Corredor del Beagle: datos y curiosidades de una obra emblemática y resistida
Una ruta de 130 kilómetros que se debe construir en dos años. 1.700 millones de pesos de presupuesto. Alrededor de 120 trabajadores y más de 90 máquinas viales, que demandarán un promedio diario de 10 mil litros de combustible. Crítica Sur repasa distintos aspectos técnicos y ambientales de una obra con voces a favor y en contra.
Redacción Crítica Sur
La ruta que en dos años conoceremos como ‘Corredor del Beagle’ tuvo, en realidad, distintos nombres en los últimos treinta años.
Uno de los antecedentes más recientes se remonta a 1991 y se bautizó como ‘Camino del Atlántico’. Se trataba de un proyecto del Ejército Argentino, que concretó la apertura de una tramo de aproximadamente 7 kilómetros.
En 1995 se comenzó a discutir distintas propuestas de diversificación productiva, entre cuyos ejes se presentaba la entonces ‘Ruta Provincial N° 20’, denominada ‘Ruta del Fin del Mundo’, con una traza prevista desde Ushuaia, bordeando el canal Beagle hasta Puerto Almanza, aproximadamente unos 30 kilómetros al este de la capital fueguina.
En agosto de 2006 se presentó el ‘Plan Estratégico Territorial (PET) Argentina’, que consistía en un documento en el que se planteaban distintos escenarios: se proponía ‘aumentar la accesibilidad y conectividad entre centros urbanos a nivel provincial’, proponiendo líneas estratégicas como ‘promover el poblamiento y actividades en el resto de la provincia: Tolhuin, San Sebastián y Puerto Almanza’.
Para ello, se establecían una serie de obras de infraestructura, por ejemplo, extender el recorrido de la Ruta N° 30 “o mejorar y asfaltar la Ruta J que une Ruta Nacional N° 3 con Almanza y Moat”.
Además, en ese diagnóstico sobre el desarrollo del sector turístico provincial, se mencionaba “la falta de nuevas rutas/circuitos alternativos y de oferta complementaria que favorezcan el desarrollo de productos turismo de aventura, alternativo, científico, rural y ecológico, entre otros, que permitan la diversificación de la oferta”.
En 2008 se presenta, a nivel nacional, el denominado ‘Avance I del 1816-2016 Argentina del Bicentenario, Plan Estratégico Territorial’ que se realizó con procesos participativos de los actores provinciales, y en el que se visualizaron los ejes de desarrollo acuícola pesquero en Puerto Almanza, considerado de alto valor agregado, y la realización de infraestructura vial a mejorar con asfalto.
En el Plan Estratégico de Turismo Sustentable de la Provincia de Tierra del Fuego de 2009, se describe el circuito Ushuaia-Puerto Almanza- Lago Escondido por vía terrestre. Para hacerlo como recorrido circular, se dependía de la terminación del trazado de la Ruta N° 30 entre Ushuaia y Puerto Almanza. Asimismo, se promovía la construcción del tramo vial entre Estancia Moat y Cabo San Pío.
En ese mismo Plan Estratégico se mencionaba el ‘Proyecto 4’, que consiste en una obra escultórica denominada ‘Hito del Fin del Mundo’, que se emplazaría en el punto más austral de la provincia “al que se le proveerá de equipamiento sanitario, un pequeño snack bar, un espacio para venta de recuerdos del lugar, estacionamiento, miradores etc.”.
“El proyecto pretende ser una atracción para el turismo, ampliando la oferta, incrementando la capacidad de excursiones, con ello extender la estadía en la provincia, consolidando el carácter turístico de Tierra del Fuego. Mayor cantidad de alternativas de hacer turismo, existiendo la posibilidad de tener más visitantes y por consiguiente un mayor ingreso de capitales a nuestro mercado", señalaba el informe.
‘Corredor Costero Canal Beagle’
Bajo el nombre ‘Guía de Aviso de Proyecto’ elaborado por la empresa Juan Felipe Gancedo SA, a cargo de la obra, se brindan detalles técnicos relacionados a la futura ruta, y que ponen en evidencia la magnitud de los trabajos que se encaran.
De acuerdo a ese informe, la apertura de traza, el mejoramiento y la construcción de obras básicas complementarias se divide en tres tramos que totalizan aproximadamente 130 kilómetros.
El Tramo I cuenta con dos secciones: la primera de ella abarca el trayecto entre Baliza Escarpados y Estancia Remolino; mientras que la segunda corresponde a Estancia Remolino y la intersección con la Ruta Complementaria J.
El Tramo II es el que comprende la intersección de la Ruta Complementaria J y Estancia Moat.
El Tramo III es el que unirá Estancia Moat con el Cabo San Pio.
En los Tramos I, sección I y en el Tramo III se debe realizar la apertura de traza y la construcción de obra básica; en tanto que en el Tramo I, sección 2 y en el Tramo II se trabajará en una mejora de la traza existente.
A lo largo de sus 130 kilómetros, la nueva ruta atraviesa diversos ríos y arroyos, por lo que la obra contempla la construcción de 16 puentes de hormigón.
Ocho de estos puentes se ubicarán en la Sección 1; uno a la Sección 2 del Tramo I; seis en el Tramo II y uno en el Tramo III. “Además se integrarán una cantidad necesaria de alcantarillas para facilitar el flujo hídrico de las pendientes de montaña”, indica la Guía de Aviso de Proyecto.
Siempre de acuerdo al objetivo del Gobierno, el Corredor tiene el objetivo de integrar el sector costero, a la vez que corresponde a una ruta “escénica”, esto es, que fortalezca el aprovechamiento de los servicios ecosistémicos del medio natural.
40 kilómetros, velocidad máxima
Por abrirse paso en una zona ondulada y montañosa, el proyecto de obra contempla que se construirá una ruta que propiciará una velocidad directriz de 40 kilómetros por hora.
Tendrá un ancho 6.70 metros y banquinas de 1.50 metros, contando con una capa de enripiado de 15 centímetros, apoyados a su vez sobre una capa de 30 centímetros de sub-base drenante.
Además, a lo largo de su trazado, se incluirán dársenas de detención que tendrán un ancho de 3.50 metros y una longitud de 40 metros, más transiciones de 20 metros. En materia de seguridad, según la elevación del terreno sobre el que se abrirá la ruta, se instalarán barandas metálicas cincadas o defensa tipo New Jersey.
El proyecto tiene su inicio y progresiva cero en Baliza Escarpados, 4 km al este de la ciudad de Ushuaia, y finaliza en el Cabo San Pío logrando una longitud total aproximadamente de 130 kilómetros.
Impactos negativos y positivos
Según el informe de la empresa constructora -elaborado por siete profesionales- el impacto directo negativo que traerá aparejada la obra estarán relacionados con “la generación de ruido y polvo en suspensión generada por el tránsito vehicular”, aunque “se espera que el mismo sea bajo como consecuencia de la velocidad de diseño (40 km/h) que genera poco polvo y de rápida dispersión por vientos, y poco ruido que se hace más notable al superar los 60 km/h”.
“El polvo en suspensión además puede ser causante de riesgos de accidentes de tránsito, que se espera sean bajos dada la velocidad autorizada. La interacción con la fauna nativa podría representar riesgos de atropellamiento que se ven claramente disminuidos por la velocidad de diseño y de velocidad máxima autorizada (40 km/h), especialmente de zorros y guanacos, y aves que no se encontrarían limitados por la presencia de alambre perimetral que se instalará en la ruta”, agrega el informe.
A su vez, entre las afectaciones negativas sobre el medio socioeconómico, se mencionan principalmente “las vinculadas con la interacción de la obra con los sitios arqueológicos y antropológicos conocidos, y con los sitios y hallazgos aún no identificados y que se detecten durante la obra”.
“En ellos se aplicarán las acciones previstas en la legislación vigente correspondientes a la prospección, identificación y señalización, prevención de impacto, puesta en valor, conservación, rescate total o parcial según corresponda. Estas y otras medidas de prevención estarán destinadas a evitar los riegos de daños a los que los sitios hoy se encuentran expuestos”, afirma el informe.
En contraposición, el documento señala que los impactos positivos durante el desarrollo de la obra “están principalmente vinculadas con beneficios sociales que presenta la existencia de personal con equipamiento de comunicaciones, vehículos, maquinaria, y elementos de primeros auxilios para las personas que transitan estos parajes hasta hoy aislados y con poco tránsito”.
“Además el mantenimiento y señalización durante la obra suman medidas de seguridad a los usuarios de la traza vial”, remarcan los profesionales contratados por la empresa.
Y agregan: “En el caso particular de la Ruta Provincial N° 30, la traza propuesta permite articular los espacios de mayor interés hacia el este de Ushuaia. Por un lado mejora sensiblemente la conectividad de Almanza, dotando al sector de nuevas y mejores oportunidades de desarrollo. Por otro lado, facilita la concreción de un camino turístico a lo largo de la costa del Canal Beagle y permite al mismo tiempo el desarrollo de un circuito completo que facilita el acceso al Valle de Tierra Mayor desde Ushuaia en cualquiera de los dos sentidos, sitio ya consolidado como oferta turístico-recreativa de la isla, sin necesidad de volver por el mismo camino”.
“Así, el desarrollo de la traza se ofrece como un complemento importante respecto a los posibles sitios a desarrollar, tanto desde el punto de vista turístico, como en relación con la acuicultura y la pesca artesanal”, señala el documento.
Asimismo, mencionan que “es importante destacar que desde hace años se realizan excursiones marítimas en el Canal Beagle, con desembarco de pasajeros en la Estancia Harberton, primer establecimiento ganadero fundado sobre el Canal Beagle y sitio icónico del sector, que mejoraría su integración a este nuevo circuito”.
“Dicho establecimiento vincula directamente su actividad actual con el turismo, el que se encuentra realzado por la declaración de Monumento Histórico Nacional del casco de la estancia. Además, integra a sus servicios la posibilidad de vista a su museo Acatushun de Aves y Mamíferos Australes. La posibilidad de integración que brinda la ruta eleva los potenciales de desarrollo económico de dicho establecimiento y de los servicios turísticos asociados”, sugiere la Guía.
Según estimaciones del INFUETUR, más de 100 mil personas visitan la zona de Almanza y de Playa Larga, en ambos extremos de la nueva ruta.
La apertura y consolidación de esta ruta permitiría un nuevo circuito de excursiones turísticas, tanto para residentes como para visitantes, que se adecuarían también a las necesidades de los cruceristas que visitan anualmente la ciudad.
Podrían desarrollarse alternativas combinadas (excursiones terrestres que regresen a la ciudad por vía marítima y viceversa), contribuyendo a mejorar la oferta de servicios turísticos para cruceros, prolongar la estadía promedio de los turistas que visitan anualmente la ciudad y disminuir la presión de uso del Parque Nacional Tierra del Fuego.
“Una iniciativa vinculada a los corredores viales, y que se desarrolla desde hace tiempo en Argentina, al igual que en el resto del mundo, son las rutas gastronómicas. Desde hace varios años la “Ruta de la Centolla” se ha integrado como el corredor agroturístico más austral del planeta. El desarrollo del corredor brindaría la posibilidad de generar condiciones de sostenibilidad basada en la conectividad de bienes y servicios asociados a su actual y potencial desarrollo”, señala el informe.
Para la empresa “la provincia contará con una base actualizada de los sitios y hallazgos arqueológicos del Canal Beagle”, a la vez que “la identificación y puesta en valor de los sitios arqueológicos y antropológicos permiten su integración sociocultural y la generación de espacios con protección especial que se integren a sitios puntuales de distribución aislada hoy existentes con distintos tipos de denominación y protección”.
“El desarrollo de este corredor genera las condiciones para estimular la inversión en sistemas de comunicación (telefonía, acceso a internet, radiocomunicaciones) debería además traer asociado mejoras en las comunicaciones y en la seguridad vial”, agregan.
Se menciona, además, que la afectación indirecta negativa durante la obra se corresponderá “con la de circulación en la zona de la ruta preexistente para otras actividades que no cuenten a la fecha con necesidad de programación, como actividades de investigación, de turistas desprevenidos (que desconozcan la existencia de la ejecución de la obra) que realizan travesías, y/o de administración gubernamental”.
“Asimismo, durante el período de obra no resultará en un buen momento para el registro de imágenes con fines promocionales, entre otros”.
Otro aspecto negativo que se detalla hace alusión a que la mayor afluencia de turistas generará una mayor demanda de bienes y servicios: aumentará la demanda de agua para los servicios básicos, para lo cual será necesario contar con reservorios adecuados que garanticen cantidad y calidad.
“De igual manera se incrementa la necesidad de gestionar el mayor volumen de residuos en los centros de servicios turísticos, y de establecer medidas de concientización, prevención y control de la eliminación desaprensiva de residuos en la zona de influencia. Esto demandará un esfuerzo de gestión y comunicacional, para el mantenimiento del ambiente libre de residuos”, aconsejan.
Para los profesionales que redactaron el informe “la dispersión del turismo, especialmente el local, volcado a conocer la nueva oferta paisajística, cultural y gastronómica, puede generar una disminución de la demanda de los circuitos hasta hoy tradicionales”.
Por último, se incluye la afectación indirecta positiva durante la obra, señalando que “la presencia del personal que trabaja y habita temporalmente la ruta, puede resultar de apoyo para tareas de información sobre hechos que ocurrieran en la zona ajenos a sus actividades (Identificación de castores, hechos de vandalismo, incendios, accidentes en establecimientos, etc.), como así también para prestar apoyo / logística para teles circunstancias”.
“El movimiento de personal que demanda la obra por un período de dos años, requiere de bienes y servicios radicados en Ushuaia, ampliando así la actividad comercial de la ciudad”, valora el informe.
“Esta nueva oportunidad de creación de nuevos espacios aptos para ampliar la oferta turística permitiría aumentar los tiempos de estadías de los visitantes, con lo cual la prestación de bienes y servicios (especialmente de la ciudad de Ushuaia) se verían incrementados”.
Obradores, máquinas y trabajadores
Según la ‘Guía de Aviso de Proyecto’, la empresa instalará dos obradores: uno de ellos de aproximadamente 2 hectáreas en el límite entre las estancias Harberton y Moat, sobre una actual cantera; y un segundo en la ciudad de Ushuaia, de 1,5 hectáreas.
El obrador N° 1 que ya se construye en el límite entre las estancias Harberton y Moat estará integrado por tres galpones con piso de cemento: uno se destinará a unidades habitacionales; uno para taller, y otro para oficinas. Además, contará con sitios de esparcimiento y otros espacios comunes. Será habitado por aproximadamente 25 personas, mientras que en el obrador N° 2 habitarán entre 70 y 80 personas.
“En el caso del obrador N° 2 existirá un espacio destinado al acopio de combustibles consistente en tanques con su batea contenedora (…) Desde estas instalaciones el combustible se trasladará en camiones especiales hacia cada máquina donde cada una se encuentre en su lugar de trabajo”, especifica el documento.
Además, se construirán dos galpones para talleres, donde se establecerán los sitios para la acumulación de tambores de aceite usados, que se apoyarán sobre bateas para evitar contaminación por pérdidas fugas. “Tanto los aceites como los fluidos hidráulicos, y los filtros que resulten como producto de los services de la maquinaria que se utiliza para ejecutar la obra, serán retirados y tratados para su disposición final por una empresa dedicada a tal fin con radicación en la ciudad de Ushuaia”, afirma el informe.
El obrador N° 2 contará con tanques de agua para uso sanitario. Se contará con tres tanques de 25.000 litros cada uno. El agua se obtendrá del río o arroyo más cercano. Para consumo humano el agua será provisto en bidones.
Para las instalaciones sanitarias se contratarán los servicios de empresas que brindan baños químicos, quienes serán las responsables del retiro y disposición final de los mismos.
El personal que trabajará para la obra de manera directa está compuesto por proyectistas, topógrafos, ingenieros, operarios y personal de apoyo para tareas de transporte, mantenimiento, y provisión de bienes y servicios como los de alimentación y sanitarios entre otros.
La mayoría corresponde a los operarios, donde entre 100 y 120 estarán distribuidos en tres frentes de obra.
Aproximadamente 80 de ellos se situarán en la zona de Moat desde donde tendrán dos frotes de obra (FT2 y FT3). Un frente se dirigirá hacia el Este (FT3), y otro hacia el oeste con destino a Almanza (FT2).
El resto del personal avanzará en un frente de obra hacia la zona de Almanza (FT1).
Los turnos de trabajo corresponden al esquema de 21 días por 7 días, de manera rotativa, con el propósito de mantener una actividad permanente durante el plazo de ejecución de obra.
El consumo de combustible por parte de equipo pesado, compuesto de topadoras, motoniveladoras, excavadoras, cargadoras, y compactadoras, está estimado en un máximo de 11.380 litros diarios.
En el caso de camiones volcadores, camiones de servicio, bateas, y carretones es esperable un consumo diario de 7.000 litros. Ambos parámetros suponen un consumo diario máximo de 18.380 litros, y un consumo promedio de 10.000 litros.
Esta estimación variará según cada tipo de terreno y la época del año, ya que los climas fríos aumentan el consumo de combustible.
Para la apertura de la nueva ruta se utilizará ripio, que se obtendrá de canteras; así como explosivos para determinados sectores en los que es necesario realizar voladuras. “Los personas a manipularlos transportarlos serán exclusivamente las habilitadas por la autoridad competente”, detalla la empresa.
La expectativa de vida útil del Corredor es de 20 años, aunque el mantenimiento mejora sustancialmente ese plazo. En tanto, la vida útil de diseño para las estructuras de contención es de 70 años.
“La obra no debería haber empezado”
Para Nancy Fernández, titular de la Asociación Manekenk, la obra del Corredor Costero “no debería haber empezado”.
“Visitamos el sector del kilómetro 59 de la Ruta J, ubicado en jurisdicción de tierras privadas que pertenecen a la Estancia Harberton, y la autoridad de aplicación dio el permiso para iniciar la instalación del obrador”, dijo a Crítica Sur sobre el inicio de los trabajos y la instalación de uno de los obradores.
“Las fotos demuestran que para poder instalarlo han generado una deforestación salvaje, cuando los pliegos licitatorios y la evaluación de impacto ambiental y el plan de mitigación, por ejemplo, una de las cosas que dice y que se mencionó en la audiencia pública es que se iba a realizar un reaprovechamiento de esa madera”, señaló.
Sin embargo, Fernández aseguró que “hoy la realidad dice que esa madera está tirada y los árboles fueron cortados de manera irracional y desproporcionada”.
“Hay concheros que fueron alterados y tapados como si alguien hubiera cometido un error y quisiera ponerle una curita arriba, así como hay máquinas y topadoras sobre los concheros de la costa, máquinas herrumbradas, con ruedas lisas, sin funcionalidad alguna”, sostuvo.
La referente de la ONG denunció, además, que “no se instalaron carteles de obra, lo que se establece en el pliego licitatorio, por lo que si un ciudadano transita libremente por la ruta y se encuentra con esa obra no sabe de qué se trata y a quién pertenece”.
“Hoy la obra no está señalizada, nadie sabe de qué se trata semejante actividad y hay camiones a los costados de la ruta, moviendo suelo de un lado para el otro en tierra de Harberton”, agregó.
Y admitió: “Nosotros la verdad estamos muy preocupados, más allá que nos opusimos desde el principio porque consideramos que se trata de una obra innecesaria, dado que existe una ruta que llega al lugar”.
“Lo que están haciendo sobre la ruta ya existente, que es el Tramo II de la Ruta J, es desproporcionado", dijo.
Fernández recordó que se trata de una ruta que se abrió en el año 1978, por lo que “no es una ruta que se transita desde hace dos días sino desde hace 40 años”.
“Es una ruta muy agradable y no había necesidad de semejante impacto”, afirmó.
Desde la Asociación Manekenk aseguran que la obra comenzó “sin que notificaran a la Estancia (Harberton) y sin que la Estancia diera la autorización”.
Y recordó que actualmente existe un juicio de expropiación “y hasta que no finalice la obra no debería haber empezado”.
Sobre la presentación judicial realizada desde la entidad por “intereses difusos”, Fernández señaló que el reclamo “ya fue aceptado por el juez y ahora esa causa está en la Fiscalía”.
“El Fiscal tiene que hacer su dictamen y luego se cursa el expediente al Gobierno para que haga su descargo”, indicó.
Aseguró que “estamos encargando estudios privados, filmaciones y fotografías para adjuntar como prueba, para demostrar que no están haciendo las cosas bien”.
“Tierra del Fuego y Ushuaia especialmente, venden naturaleza, la gente viene a buscar lo prístino; lo salvaje, lo natural, lo lejano y lo extremo, pero si a eso lo disfrazamos de moderno vamos a empezar a perder ese turismo que es el que más paga, el turismo más caro porque es el que más gasta, y el que genera la cadena productiva turística”, afirmó.
“Todos seremos responsables”
Durante enero último, Crítica Sur publicó un comunicado de la Fundación Ushuaia XXI en el que reiteraban su rechazo a la obra del Corredor del Beagle, considerando que “de lo que ocurra a partir de ahora, pese a las cientos de fotos que seguro se van a sacar y los irremediables daños que van a disfrazar, todos seremos responsables".
"Muchos de los que se preguntan por qué algunas naciones han llegado a ser lo que son, quienes miran en sus viajes lo maravilloso de que las cosas funcionen y la gente se comporte con respeto por el lugar en el que viven, deberían prestar más atención a las actitudes de quienes nos gobiernan y no calificarlos sólo por conveniencias individuales", señalaba la ONG a través de una publicación en Facebook.
Y agregaba: "El gobierno actual está comenzando a construir una ruta que, aun suponiendo admisible su necesidad, se ha planificado a contramano de la opinión de muchos técnicos a los que, no sólo no se los escuchó, sino que además se los estigmatizó tan solo por el hecho de alertar de potenciales daños a los valores existentes en la zona".
“Una salida alternativa”
Entrevistado en julio de 2018 por FM del Pueblo (Río Grande), el científico del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC), Jorge Rabassa, dijo ver “con buenos ojos” el proyecto del gobierno de construir el "Corredor del Beagle", brindando así "una salida alternativa a la ciudad de Ushuaia” teniendo en cuenta que la Ruta Nacional 3 cruza por sobre la Falla del Fagnano "y siempre existe el riesgo de que un movimiento en la Falla pueda inutilizar cualquier tipo de camino o ruta pavimentada o ripio".
La Falla del Fagnano -similar a la famosa falla de San Andrés en California- es una fractura de primera magnitud en la corteza terrestre, y que divide a la provincia de Tierra del Fuego en dos. Al sur la llamada placa de Scotia donde está construida la ciudad de Ushuaia, y al norte la placa Sudamericana donde está construida Río Grande.
“Si el epicentro de un sismo está ubicado por donde va la Ruta 3, no tengo ninguna duda de que esa ruta va a quedar inutilizada, por eso yo veo con buenos ojos la existencia de una salida alternativa y para tener acceso a la ciudad de Ushuaia”, dijo.
Sobre el posible impacto arqueológico que genere el proyecto, Rabassa aclaró que “eso está regulado por una ley nacional y otra provincial, que dice exactamente cómo debe hacerse el estudio de impacto de cualquier tipo de obra, no sólo de rutas, tanto respecto de lo paleontológico como de los arqueológico”.
“En ese sentido –dijo- si se hace una ruta sin los estudios que demandan la ley, los responsables pueden ser denunciados ante la Justicia”.
Gobierno defiende la obra
Desde la presentación del proyecto y su posterior licitación y adjudicación, desde el Gobierno provincial destacaron los beneficios que traerá aparejada esta obra.
En mayo de 2018, el vicegobernador Juan Carlos Arcando encabezó la firma del contrato de obra del Corredor del Beagle, junto a representantes de la firma Juan Felipe Gancedo SA, y respaldó el proyecto asegurando que desde el Gobierno “vamos a superar todas aquellas cuestiones que tengan que ver con preservar todo lo relacionado primero al medioambiente y posterior a lo arqueológico y paleontológico en la zona sobre la que se traza la ruta”.
“Esta es nuestra principal prioridad, conservar el patrimonio de todos los fueguinos”, dijo y no dudó en asegurar que “Tierra del Fuego tendrá un antes y un después luego de la obra del Corredor del Beagle”.
En esa misma reunión, el presidente de la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT) de Ushuaia, Luis Di Giorgio, sostuvo que se trata de un proyecto “muy ambicioso y desde nuestra área estamos muy ansiosos esperando el desarrollo de la obra y ver cómo esta va a fortalecer el turismo en la provincia”.
“Esta obra abrirá una posibilidad más para que los turistas elijan Tierra del Fuego y se queden un tiempo mayor para poder recorrerla y disfrutarla. En el caso del Corredor costero va a contar con muchas alternativas que se van a desarrollar a lo largo del camino y con la que los visitantes contarán”, sostuvo el titular de AHT.
Para el presidente de la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios (DPOSS), Guillermo Worman, “el Gobierno quiere una ruta que le dé valor a Tierra del Fuego”, entendiendo que se trata de “una herramienta activa de transformación”.
“No va a ser solamente una ruta que unirá un punto con otro. El Gobierno lo considera un corredor integral que incluye una ruta paisajística, museos de sitios, miradores”, afirmó en declaraciones a la prensa en diciembre del año pasado.
Para el secretario de Ambiente provincial, Mauro Pérez Toscani, el Corredor del Beagle “es un proyecto histórico de la provincia”, mientras que el presidente del Instituto Fueguino de Turismo (INFUETUR), Luis Castelli, sostuvo en noviembre del año pasado: “Esta obra tiene importancia porque nos permitirá desarrollar a partir de ella nuevas alternativas para los turistas, y de esta manera contribuir al objetivo de aumentar el promedio de días que los turistas se quedan en nuestra provincia”.
Y enfatizó: “La construcción de este corredor costero implicará además el desarrollo de múltiples servicios, que generarán nuevos puestos de trabajo y una fuente importante de ingresos para los fueguinos”.
Por su parte, en abril del año pasado, el ministro de Obras y Servicios Públicos, Luis Vázquez, destacó que el Corredor del Beagle se trata de un proyecto “muy ambicioso, cuyo objetivo es no solamente ir a Cabo San Pío, sino fundamentalmente hacia el desarrollo de la Provincia”.
La idea, dijo, “es generar el contexto que tenga que ver con la sustentabilidad del recurso, que es el paisajístico, natural, paleontológico y arqueológico”, porque “sin ellos, esta ruta no nos lleva a ningún lado”.
Ese mismo mes de 2018, el secretario de Planificación Estratégica y Ordenamiento Territorial del Gobierno, Olaf Jovanovich, remarcó la importancia de la obra y sostuvo que se trata de “una pieza clave en la diversificación de la matriz productiva”.
“Hace 30 años que el debate central del desarrollo de Tierra del Fuego pasa por dos ejes: la industrialización de los recursos naturales y la diversificación de los circuitos turísticos. Cuando tenemos una Gobernadora que tiene la valentía de encarar ese camino, siempre aparecen los que ponen palos en la rueda y no quieren que se haga nada”, declaró en diciembre último el jefe de gabinete, Leonardo Gorbacz, tras el reclamo judicial presentado por distintas asociaciones ambientalistas.
Y pidió: “Hagamos los planteos que hay que hacer, pero dejemos de armar este club de enemigos del progreso, con personas que tienen sus problemas económicos resueltos y no quieren dejar que el resto avance. La única posibilidad de crear puestos de trabajo es con el desarrollo de la provincia”.