JUDICIALES
Una ruta que no se hizo en Tierra del Fuego, salpica a un “arrepentido” en el caso de los cuadernos
Se trata de la Ruta que conecta San Sebastián con el Hito 1 al norte de la provincia. Más allá de la causa de los cuadernos, el expresidente de la Cámara de la Construcción está acusado de haber montado con esa obra una licitación ficticia en Tierra del Fuego.
Una ruta en el medio de la nada. Su objetivo: unir San Sebastián con Hito 1, en Tierra del Fuego. La obra, si bien es un desperdicio de fondos públicos, también esconde detrás una trama de corrupción que alcanza a Carlos Wagner, el expresidente de la Cámara de la Construcción, hoy "arrepentido" en la causa de los cuadernos.
"El camino no te conecta con ninguna población, solo hay un puesto de Gendarmería", apuntó Paulino Rossi, concejal de la UCR, en diálogo con Periodismo para todos. Por ese camino, que también llega a la Estancia Cullen y su Escuela Rural, se encuentras algunas plantas petroleras y un Puesto de Gendarmería.
"Se pagaron 800 millones de pesos de sobreprecios y la hicieron porque sí, sin acordar con la provincia o la ciudad qué se necesitaba en materia de conectividad", denunció Oscar Rubinos, diputado de la UCR. Esta situación disparó una denuncia de Vialidad Nacional por sobreprecios en la obra pública.
Pero eso no fue todo. Según investiga la Justicia, hubo irregularidades en la licitación. Por ejemplo, algunas empresas compraron pliegos por $ 300 mil y jamás se presentaron a participar, algo extraño en este tipo de operaciones.
Leandro García, director regional de Vialidad Nacional, consideró que "hubo una competencia ficticia" y explicó que tres firmas se presentaron, aunque dos de ellas se llevaron toda la atención. Fueron las firmas Gancedo (que se adjudicó la obra) y Esuco, de Wagner.
Las irregularidades saltaron a la vista: el pliego de Esuco llevaba la firma y el sello de sus rivales, es decir, copiaron y pegaron la presentación. ¿Qué se sospecha? Que la competencia, en realidad, era una ficción y que las compañías que se presentaron eran pantallas para que otras ganaran. Por lo tanto, se cree que Wagner organizó "una licitación trucha" que, a su vez, registró una sobrefacturación de 30% en el precio de la tierra necesaria para hacer el camino.
La causa está a cargo de Claudio Bonadio, que también entiende en el caso de los cuadernos truchos.