Los pasajeros del vuelo 1893 de Aerolíneas Argentinas, que debía despegar ayer desde Ushuaia, deberán esperar para viajar a Buenos Aires. Es que la partida del avión se suspendió luego de un incidente difícil de imaginar en otros países del mundo.

La protesta se realiza en vuelos de Aerolíneas y de otros compañías cuyos pilotos están agremiados en APLA, con excepción de los aviones de Austral (sus pilotos están nucleados en la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA), ni en las low cost.

El texto fue leído en varios vuelos nacionales y fue redactado y distribuido por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA).  Según se indicó desde los sindicatos, continuarán leyéndolo hasta el 29 de julio, fecha en que concluye el plazo de 15 días de conciliación obligatoria que el Ministerio de Trabajo dictó antes del paro previsto para el pasado viernes 13 de julio.

Sin embargo, el piloto del vuelo AR 1892, que hace la ruta Buenos Aires-Ushuaia, no quiso leer el texto, motivando una gran discusión con el gremialista, quien también sería comandante de Aerolíneas Argentinas. En un determinado momento, el sindicalista  amenazó a su colega y le aseguró: “Quedate tranquilo, esto después lo resolvemos afuera“.

Como resultado de la situación, el piloto se descompensó mientras volaba hacia Ushuaia, por lo que debió ceder el control de la nave y quedar en reposo hasta ser atendido por los médicos del centro de salud ubicado en el aeropuerto de la capital fueguina, quienes lo derivaron al Hospital de la capital provincial.

Tras el traslado del piloto, el vuelo que debía regresar a Buenos Aires durante la misma jornada y con la misma tripulación, fue cancelado, en tanto que el piloto presentó un informe a sus superiores.