La resolución de la OEA sobre las Malvinas fue la primera del orden del día. "La Asamblea General expresa su satisfacción por la reafirmación de la voluntad del Gobierno argentino de continuar explotando todas las vías posibles para la resolución pacífica de la controversia y por su actitud constructiva en favor de los habitantes de las Islas Malvinas", indica la parte resolutiva del texto.

Además, la Asamblea reafirmó "la necesidad de que los gobiernos de la República Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del norte reanuden, cuanto antes, las negociaciones sobre la disputa de soberanía, con el objeto de encontrar una solución pacífica a esta prolongada controversia".

Por pedido de Uruguay, la resolución fue votada por aclamación y aprobada.

Luego de la votación, el canciller Jorge Faurie tomó la palabra. "Agradezco a todos los señores cancilleres, a los jefes de delegación y al secretario general que han hecho uso de la palabra, no solo para apoyar esta declaración, sino por este compromiso sostenido que tiene la OEA y cada uno de los países miembros en favor de esta reclamación del gobierno argentino por la recuperación de su soberanía sobre las Islas Malvinas y para hacerlo en forma negociada y pacífica y encontrar una solución creativa e inteligente. Les agradezco a todos los países por el esfuerzo que han hecho y apoyo que nos han dado", señaló.

La cuestión de la soberanía de las Malvinas es un tema que se trata anualmente en la OEA a partir de una resolución que se votó en 1988 y que convoca a Argentina y a Gran Bretaña a negociar. En efecto, la declaración aprobada hoy llamó a "continuar examinando la cuestión de las Islas Malvinas en los sucesivos períodos de sesiones de la Asamblea General, hasta su solución definitiva".